Incluir alimentos sugeridos y consumir grasas con moderación, puede reducir el riesgo de cáncer .
Varios son los alimentos que nos ayudan a evitar la producción de células cancerígenas. Su inclusión en la dieta diaria puede mejorar directamente nuestras expectativas de vida.
Paso a paso, diversos estudios científicos han revelado que nuestra dieta sí influye en la incidencia del cáncer, pues se estima que los hábitos de alimentación se relacionan en 35 por ciento de las muertes causadas por este mal.
Claro está, que no todos los individuos responden de igual manera a la acción de los alimentos en el organismo. Los obesos, por ejemplo, son más vulnerables a padecer cáncer por el consumo de grasas saturadas. Por ello, más vale conocer los elementos que pueden ayudar a prevenir este mal, y recordar que, por sí mismo, ningún alimento lo genera.
Empecemos por la vitamina C o ácido ascórbico, que impide el desarrollo de radicales libres, elementos nocivos que perjudican estómago y esófago. La encontramos en fresas, pimiento verde, verduras de hoja verde, naranja, limón y guayaba, entre otros.
En esta misma línea se ubica la vitamina A, cuyo uso moderado impide el desarrollo del cáncer al actuar directamente sobre las células, deteniendo la evolución de las mismas hacia un estado cancerígeno. Se localiza en alimentos de origen animal (hígado, aceite de hígado de pescado) además de huevos, leche, mantequilla y verduras.
Por su parte, la vitamina E ayuda a prevenir efectos perjudiciales de las sustancias oxidantes en el organismo, contribuye a regenerar tejidos y células, aumentar glóbulos rojos y mantener nuestras defensas. La consumimos en aceites vegetales, margarina, carnes rojas, nueces, almendras y verduras de hoja verde oscuro, entre otros alimentos.
Por último, cabe mencionar que la fibra ayuda a prevenir el estreñimiento, padecimiento que guarda estrecha relación con el cáncer de colon e intestinos. Se encuentra en cereales, pan integral, frutas frescas, verduras y salvado, entre otros productos alimenticios.
De esta forma, al incluir los alimentos sugeridos y consumir grasas con moderación es posible reducir el riesgo de padecer cáncer de una manera sana y natural.