25 de febrero de 2004.
Jerusalén, (EFE).- El Ejército israelí, que hoy irrumpió en cuatro bancos de la ciudad cisjordana de Ramala, se ha apoderado allí de vastas sumas de dinero en efectivo con el argumento de que fue enviado por Irán, Siria y la organización libanesa Hezbolla para financiar a las milicias armadas palestinas.
"Las cuentas que están siendo confiscadas son aquellas que han recibido fondos de organizaciones terroristas en el extranjero, como es el caso de Hezbolla (Partido de Dios)", dice un comunicado del Ejército difundido a la prensa y en el que no se menciona la cantidad requisada.
Durante la incursión, al menos 17 palestinos resultaron heridos, tres de ellos de forma muy grave, cuando los soldados les dispararon balas recubiertas de caucho y les lanzaron gases lacrimógenos por manifestarse.
Fuerzas militares irrumpieron esta mañana en las cuatro entidades bancarias, entre ellas las del Banco Cairo-Amán y la del Banco Arabe -esta última en la localidad de el-Bire, adyacente a Ramala- para buscar información sobre transferencias efectuadas desde el extranjero a grupos calificados de terroristas, como son la Yihad Islámica y HAMAS.
Según el diario "Haaretz", el dinero extraído de las cajas de seguridad del banco asciende a millones y equivale a la suma de las transferencias efectuadas en las cuentas vinculadas con estos grupos armados. Fuentes militares declinaron hacer comentarios sobre la cantidad de dinero que las fuerzas israelíes se han llevado de las cuatros sucursales.
Una portavoz destacó además que "no se trata de una operación del Ejército, sino de otros organismos de seguridad y agencias fiscales del Estado". En la redada "bancaria" participaron agentes de los departamentos financieros de la Policía Israelí y del servicio secreto.
El Ejército, que sirvió únicamente de escolta, según la portavoz, impuso el toque de queda en el centro de Ramala -capital administrativa de Cisjordania- y evacuó a los empleados de los cuatro bancos durante la redada.
Según medios de prensa locales, esta operación es el resultado de la información obtenida tras el arresto en la noche del martes, en Ramala, de un empleado del Banco Arabe.
Avi Dichter, jefe del Servicio General de Seguridad o Shabak, que estuvo a cargo de la operación, declaró ayer en una comparecencia ante el Parlamento israelí que el movimiento Hezbolla financia los ataques palestinos contra objetivos israelíes y entrega dinero a los familiares de los activistas de acuerdo al número de muertos que hayan causado.
Según fuentes palestinas, las fuerzas de seguridad israelíes presentaron a los funcionarios de los bancos una orden del jefe militar a cargo de Cisjordania en la que se les exigía inspeccionar los ordenadores para buscar transacciones efectuadas por parte de individuos sospechosos.
En la redada, los agentes fiscales y del servicio secreto revisaron varios cientos de cuentas, mientras los funcionarios eran confinados en varias habitaciones.
Testigos palestinos dijeron que los agentes israelíes se llevaron también algunos ordenadores portátiles y arrancaron las cámaras de circuito cerrado que había en las sucursales para evitar la identificación de los participantes en la redada o su forma de actuar.