AP
KABUL, AFGANISTÁN.- Fuerzas estadounidenses y afganas allanaron viviendas y arrestaron a diez personas ayer en busca de tres trabajadores de la ONU secuestrados, dijeron funcionarios y testigos.
Sin embargo, no hubo indicio alguno de que fueron hallados los rehenes.
La portavoz del Ejército estadounidense teniente coronel Pamela Keeton manifestó que el operativo conjunto estaba “relacionado con la situación de los rehenes”. No aportó, sin embargo, otros detalles.
Las fuerzas de seguridad iniciaron los allanamientos en el área occidental de la ciudad por la madrugada, utilizando cohetes para abrir un boquete en una pared que rodeaba la casa de un médico que trabaja para las Naciones Unidas, dijeron testigos.
El doctor, Munir Mosamem, y su hijo de 17 años fueron detenidos, expresó la esposa de Mosamem, Zakia. Los intrusos requisaron la vivienda y confiscaron tres teléfonos celulares y partes de una computadora, señaló.
El portavoz de la ONU Manoel de Almeida e Silva confirmó que un médico con ese nombre trabajaba en la clínica de la organización internacional en la ciudad. Dijo que no tenía información sobre el operativo. Otros ocho hombres fueron capturados en una casa vecina donde vivían varias familias pobres o refugiados que recién regresaron al país, según testigos.
Una mujer que se identificó solo como Angoma, de 28 años, manifestó que su esposo estaba entre los ocho que fueron sacados de la vivienda con sus manos esposadas y cabezas cubiertas por una capucha.
“Nos mostraron fotografías de los tres rehenes -dos mujeres y un hombre- y preguntaron si los habíamos visto”, declaró. “Les dije que los reconocía por la televisión, pero que no sabíamos nada de ellos ni dónde estaban”.
Hombres armados secuestraron el 28 de octubre en Kabul al diplomático filipino Angelito Nayan, a la británico-irlandesa Annetta Flanigan y a Shqipe Hebibi, de Kosovo. Fue la primera toma de rehenes extranjeros en la capital afgana desde la caída del régimen talibán hace tres años.