EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Supuestos elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), allanaron un domicilio en el ejido La Unión, de donde sacaron con lujo de violencia a un presunto distribuidor de droga al que desaparecieron por espacio de tres horas, al cabo de las cuales regresó a su casa. La Procuraduría General de la República (PGR), negó tal incursión.
De lo ocurrido se dieron cuenta numerosos habitantes del poblado en mención, entre quienes se encuentran, Augusto Reyna, Tomás Flores y algunos otros que no proporcionaron sus nombre, los que denunciaron el hecho a El Siglo de Torreón.
Según lo manifestado por los vecinos, los sucesos se presentaron alrededor de las 19 horas del pasado viernes, cuando varias camionetas tipo Suburban, con vidrios polarizados y placas de México, Distrito Federal, hicieron su arribo al ejido, dirigiéndose de inmediato hacia el domicilio de Sergio Zarzosa Mireles, conocido como ?El Pirris?, quien es señalado por los lugareños como uno de los principales distribuidores de droga.
Ante la presencia de las atónitas miradas de numerosos habitantes de La Unión, de las unidades descendieron varios sujetos que empuñaban armas cortas y largas de grueso calibre, quienes violentaron la puerta de entrada.
Luego de varios minutos, uno de los supuestos agentes federales, salió con un televisor en sus manos, mientras que atrás le seguían dos más que casi a rastras llevaban al presunto ?puchador?, al que subieron por la fuerza a una de las camionetas. Acto seguido se retiraron del lugar dejando asustados a quienes presenciaron el incidente.
Sobre lo anterior, El Siglo de Torreón acudió hasta la PGR donde se cuestionó a las autoridades sobre la violenta incursión a la vivienda y detención de dicho sujeto, todo lo cual negaron de forma categórica.
Libre
Pensando que la Procuraduría General de la República por fin había hecho caso a las constantes denuncias sobre las ilícitas actividades de ?El Pirris?, a éste se le vio tres horas después, caminando en las cercanías de su casa.
Tanto Augusto como Tomás y el resto de los denunciantes, afirmaron haber visto a Sergio Zarzosa Mireles a eso de las 22 horas del mismo viernes, sin mostrar huellas aparentes de haber sido golpeado, por lo que temen que haya habido un arreglo entre él y los supuestos elementos de la AFI, para que continúe comercializando enervantes, pero ahora con la protección de las autoridades federales.
