Agencias
Chicago, EU.- La película mexicana Amarte Duele, de Fernando Sariñana, sobre dos adolescentes de clases diferentes que se enamoran en el México de la actualidad, obtuvo el premio del público del XX Festival de Cine Latino de Chicago.
Según los resultados dados a conocer la noche del jueves, en segundo lugar quedó la estadounidense Once Upon a Time in the Hood, de Juan Frausto, en tercero, la puertorriqueña Bala Perdida, de Raúl Merchand Sánchez.
El certamen se clausuró el miércoles 28 con la comedia chilena Sexo con Amor, de Boris Quercia. El jueves, el público tuvo la oportunidad de ver varias de las cintas que participaron en el encuentro.
Durante dos semanas desfilaron por las pantallas de la ciudad de los vientos más de 70 largometrajes de la reciente cosecha de España, América Latina, Portugal y Estados Unidos, tanto de cineastas ya consagrados como de jóvenes promesas.
Entre las naciones con más fuerte presencia en el festival se ubicó España, que presentó, entre otros, La Pelota Vasca, la Piel Contra la Piedra, de Julio Medem, y La Vida Mancha, de Enrique Urbizu, además de contar con la sección En Primera Fila: Cine Andaluz.
Argentina, en tanto, mostró varias de sus últimas producciones, entre ellas Valentín de Alejandro agresti, que inauguró el certamen el 16 de abril, mientras que México proyectó, entre otras, Alex Lora, Esclavo del Rocanrol, de Luis Kelly.
En total se exhibieron producciones y coproducciones de una veintena de países, incluyendo asimismo material de cineastas de Brasil, Chile, Colombia, Cuba, República Dominicana y Perú. Los latinos actualmente constituyen la primera minoría étnica de Estados Unidos, y aunque su influencia ha crecido, también se han multiplicado los estereotipos.
Por eso, el certamen se propone como un medio para romper estas barreras y reflejar la verdadera diversidad de la identidad latina.
?Es un proyecto que está funcionando, el haber llegado a los 20 años es la prueba evidente de que es necesario, de que hay un apetito de consumo que nos obliga a hacerlo?, explicó a dpa el director del festival, Pepe Vargas.
?Cuando se empezó fue un proyecto muy humilde, proyectando 14 películas en una pared?, recordó. ?Poco a poco fue creciendo, al primero asistieron 500 personas, al segundo tres mil 500?. Al respecto, aseveró que ?la gente responde, ya se transformó en una institución en Chicago?.
La muestra en Chicago no es competitiva -sólo se concede el premio del público- y tampoco apela al glamour, sino que apuesta en cambio a construir un espacio de fraternidad e intercambio entre los participantes.
A la vez, brinda al público local la oportunidad de contactarse con producciones que difícilmente pueda encontrar en el circuito de exhibición de Estados Unidos.
