EFE
Washington, EU.- El empeño con el que los cristianos más conservadores han empujado temas como la homosexualidad y el aborto al centro del debate electoral en EU, ha puesto a la Iglesia Católica ante el dilema del uso político de la comunión.
Así, al menos cuatro de los aproximadamente 300 obispos católicos en Estados Unidos piensan negar la comunión a los políticos si éstos no repudian el aborto o los matrimonios de homosexuales.
A ello, al menos 48 legisladores católicos y demócratas han respondido con una carta al arzobispo de Washington, cardenal Theodore McCarrick, advirtiéndole de los peligros de mezclar la política y la religión.
“Por ahora esto sigue siendo un asunto local en las diócesis donde unos pocos obispos han dicho que debería negarse la comunión a algunos políticos”, dijo Mark Gray, del Centro para Investigación Aplicada del Apostolado, de la Universidad jesuita de Georgetown.
“Pero sigue siendo un asunto distante para los votantes, que bien pueden decidir su sufragio en torno a los asuntos del aborto y la homosexualidad, pero no por lo que digan unos pocos obispos”, añadió.
Gray declaró que la amenaza de negarles la comunión “es más un intento de los obispos por llamar la atención sobre los asuntos que para ellos son importantes -aborto, homosexualidad, la investigación de las células madre-, que algo que vaya a tener mucho efecto”.
“Los obispos tratan de influir en los candidatos más que a los votantes”, consideró.
Por primera vez desde 1960, cuando John F. Kennedy se postuló a la Casa Blanca, uno de los candidatos a la Presidencia en las elecciones de este año, el demócrata John Kerry, es católico. Por tanto, la resonancia que logran aún unos pocos obispos es grande si se tiene en cuenta que en Estados Unidos hay casi 65 millones de católicos, el 27 por ciento del electorado.
“Los candidatos que se dicen ‘católicos’ e ignoran públicamente las enseñanzas católicas sobre la santidad de la vida humana ofrecen un testimonio público deshonesto”, sostuvo el arzobispo de Denver (Colorado), Charles Chaput.
“Puede que traten de parecer católicos, pero a menos que actúen como tales en su servicio público y sus opciones políticas” no lo son, ya que “los católicos reales deben votar de acuerdo con ello”.
La mayoría de los legisladores demócratas que firmaron la carta a McCarrick defienden el derecho de la mujer a decidir sobre su embarazo, pero aún algunos que se oponen al aborto firmaron la misiva porque consideran que la negación de la comunión mezcla a la Iglesia en el debate político.
“Los obispos han hecho esas declaraciones con la idea de que así debilitan la candidatura de Kerry”, dijo el representante Bart Stupak, quien se opone al aborto. “Pero lo que realmente debilitan es a la Iglesia Católica”.
Una encuesta divulgada en febrero por la firma QEV Analytics encontró que, desde que en 1960 Kennedy fue elegido el primer presidente católico de EU, el voto católico se ha dividido entre los más practicantes y los que se han distanciado de la Iglesia, o al menos de las posturas más conservadoras dictadas desde el Vaticano.
Los católicos son actualmente en EU más liberales que el resto de los cristianos conservadores.
Según la encuesta de QEV, el 90 por ciento de los cristianos conservadores sostiene que el aborto es moralmente inaceptable, pero sólo el 84 por ciento de los católicos tiene la misma posición.
El 25 por ciento de los católicos practicantes piensa que el aborto debe estar disponible para las mujeres bajo ciertas circunstancias, mientras que sólo el 17 por ciento de los otros cristianos conservadores acepta esa posibilidad.
Según QEV, el 86 por ciento de los cristianos conservadores considera inmorales la homosexualidad, pero sólo el 62 por ciento de los católicos practicantes opina lo mismo.
Y mientras que el 54 por ciento de los cristianos conservadores cree que la homosexualidad es moralmente inaceptable y no debería tolerarse, sólo el 26 por ciento de los católicos practicantes apoya la idea de reprimirla de alguna forma.
