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BANGKOK, TAILANDIA.- Cartas enviadas a las embajadas de Corea del Sur y Pakistán en Tailandia amenazando a los aliados estadounidenses en Asia dispararon ayer nuevos temores, mientras que Washington dijo a la región que se mantenga alerta ante posibles ataques a sus concurridas rutas de navegación.
En Singapur, un funcionario de alto rango del Departamento de Estado norteamericano dijo que las autoridades de su país tenían un buen motivo para creer que grupos terroristas podrían atacar las principales rutas marítimas, como los estrechos de Malacca y Singapur.
Seúl ordenó una inmediata ampliación de las ya elevadas medidas de seguridad en los puertos y aeropuertos en respuesta a una carta firmada por un hasta ahora desconocido grupo que se hace llamar “Organización Amarillo-Rojo Extranjera”.
“La carta decía que ocho países con alianzas con Estados Unidos estaban dentro de los objetivos,” dijo un funcionario del ministerio de Relaciones Exteriores, sin precisar detalles.
La agencia de noticias de Seúl Yonhap, identificó a los ocho países: Australia, Japón, Pakistán, Filipinas, Singapur, Corea del Sur, Tailandia y Kuwait, y dijo que las amenazas fueron hechas contra “importantes instalaciones” desde el 20 al 30 de abril.
Todo los países, en mayor o menor medida, han ayudado a Washington en su “guerra contra el terrorismo”. Seúl que ha tenido 600 ingenieros militares y médicos en Irak desde mayo pasado, planea enviar unos 3, 000 efectivos a mediados de junio.
Un funcionario a cargo de la seguridad en el ministerio de Asuntos Marítimos y Pesca dijo que el Servicio Nacional de Inteligencia había ordenado un alerta hasta el 30 de abril.
Aparte de las amenazas a puertos como el de Pusan, la segunda ciudad de Corea del Sur y uno de los puertos más transitados de Asia, las autoridades estadounidenses ahora creen que las rutas marítimas, arterias del comercio mundial, serían el próximo objetivo de los grupos radicales.
“Nos hemos empezado a concentrar en el potencial de un desastre marítimo por un incidente terrorista”, dijo el secretario de Estado norteamericano adjunto, Matthew Daley, en una conferencia sobre seguridad en Singapur.
Un ataque en el estrecho de Malaca impactaría en el corazón económico de Asia. Más de un cuarto del comercio mundial, la mitad de su petróleo y gran parte de su gas natural licuado pasa por el estrecho, que divide Indonesia, Singapur y Malasia.
Asaltos de Al Qaeda a barcos comerciales en Yemen y en el Mar Arábigo y ataques planificados en varios estrechos, incluido el Estrecho de Gibraltar entre España y Africa del Norte, demostraron que las preocupaciones estadounidenses no eran simplemente teóricas.
“Creemos que es esencial trabajar con los países de la región para mejorar rápidamente la seguridad marítima”, dijo Daley.
En Hong Kong, el director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Robert Mueller, dijo que la ciudad y los centros comerciales podrían ser objetivos de Al Qaeda u otros grupos terroristas que buscan causar un daño económico.
“En aquellos lugares donde hay un número de estadounidenses o empresas estadounidenses tienen que estar alertas ante la posibilidad de ataques terroristas”, dijo.
Indicó que los centros económicos como Hong Kong también tienen que estar alertas ante intentos de grupos terroristas de abusar de sofisticados sistemas financieros para su propio fin.
La piratería y los robos en los estrechos de Malacca y Singapur ya se han incrementado rápidamente, destacó Daley.