Agencias
BAGDAD, IRAK.- El canal de lengua árabe Al Jazzera emitió un video que muestra a un hombre surcoreano, a quien sus captores amenazan con decapitar a menos que Corea del Sur retire las tropas que forman parte de las fuerzas de ocupación encabezadas por Estados Unidos en Irak.
En la cinta se ve al rehén, Kim Son Il, empleado de una empresa de comercio, rogando desesperado por su vida en inglés, con lágrimas en los ojos: “Por favor sáquenme de aquí. No quiero morir. No quiero morir. Quiero vivir. Mi vida es importante”.
La cinta muestra al hombre sentado delante de tres hombres parados, cuyos rostros están cubiertos con pañuelos. Dos de los hombres sostenían rifles mientras otro leía un ultimátum dirigido al Gobierno surcoreano.
“Le pedimos al Gobierno de Corea del Sur y al pueblo de Corea a retirar sus fuerzas de Irak y a no enviar fuerzas adicionales”, leyó el hombre. “De lo contrario, enviaremos la cabeza de este rehén a ellos y Dios mediante, mataremos a más de sus soldados en Irak. Y ustedes tienen 24 horas, a partir de esta noche”.
La emisión del video se produce dos días después de que el Gobierno de Corea del Sur anunciara que comenzará a desplegar tres mil soldados adicionales en agosto en el norte de Irak, que se sumarán a los 600 que ya se encuentran en el territorio, la mayoría de ellos médicos e ingenieros.
El viernes fue decapitado el rehén estadounidense Paul M. Johnson, ingeniero de una empresa contratista norteamericana en Arabia Saudita.
En Washington, un funcionario de la embajada de Corea del Sur en Estados Unidos dijo que no sabía que hubiera rehenes surcoreanos en Irak. Varios surcoreanos fueron secuestrados en Irak varios meses atrás pero todos fueron liberados.
En Bagdad, el embajador surcoreano en Irak dijo que estaba al tanto de la cinta y que no haría comentarios.
El director de Al Jazzera, Ahmed al Sheikh, dijo que la cinta fue dejada en la oficina del canal en Bagdad y que él verificó su autenticidad antes de poner al aire algunos segmentos. Añadió que no transmitió el video en su totalidad porque parte de él era redundante.
Por otra parte, el ministro de Sanidad Iraquí, Aladín Abdulshahib Aluan, salió ileso de un atentado en pleno centro de Bagdad, informó ayer la televisión iraquí, que añadió que diez policías resultaron heridos cuando intentaban investigar lo sucedido.
El atentado fallido se perpetró el sábado, cuando una bomba de fabricación casera explotó al paso de su vehículo cuando el ministro se dirigía a su trabajo.
Pero más tarde, al llegar varios coches de policía al lugar de los hechos para investigar lo sucedido, varios desconocidos abrieron fuego contra los agentes y dejaron a diez de ellos heridos de bala.
Aunque el Gabinete anunciado a principios de mes aún no gobierna oficialmente, las carteras ya están de hecho en manos de los nuevos ministros.
Las nuevas instituciones iraquí, desde el Gobierno hasta el Ejército y la policía, son blanco constante de los ataques de la insurgencia, que los acusa de “colaboracionistas” con los ocupantes extranjeros.
Se enquista la violencia
La violencia sigue enquistada en los alrededores de Bagdad, tanto en la provincias occidental de Al Anbar como en la norteña de Diyala, ambas bastiones de la resistencia antiestadounidense del país.
Ambas provincias forman el denominado “triángulo suní”, limitado por el este por la ciudad de Baquba (50 kilómetros al noreste de Bagdad), donde al menos 13 personas murieron en los últimos tres días en los combates entre los insurgentes y el Ejército de EU, según informaron ayer fuentes de la Coalición.
Otros diez iraquíes, de los que seis eran policías y cuatro civiles, perdieron la vida asimismo en las últimas horas en la población de Samarra, 100 kilómetros al noroeste de la capital.
El Ejército de Estados Unidos anunció igualmente ayer por la tarde la muerte de un infante de marina en algún lugar de Al Anbar (la extensa provincia donde se encuentran Fallujah y Ramadi) durante una misión.
Con esta baja, se eleva a 616 el número de militares norteamericanos fallecidos en acciones de combate desde el comienzo de la invasión de Irak en marzo de 2003, mientras que el número total de soldados muertos sobrepasa los 830.
Los combates en la población agrícola de Bohrus, cerca de Baaquba, 60 kilómetros al noreste de Bagdad, han causado durante tres días 13 muertos y 34 heridos, según informó en la tarde de ayer el jefe de la policía de la provincia de Diyala.
Los ataques se multiplican a lo largo y ancho de Irak a medida que se acerca la fecha del 30 de junio, el día en que el nuevo gobierno iraquí aceptará la soberanía de Irak de manos de la Coalición liderada por Estados Unidos.
