La hora del desayuno es el elegida por muchas laguneras para reunirse.
Los restaurantes y cafeterías de la localidad son visitados desde temprana hora, ya sea para ordenar a la carta o elegir un platillo del buffet.
Después llega la ?tacita? de café, esa fiel bebida que acompaña a las amigas en los momentos de convivencia y pláticas que se alargan casi hasta el medio día.
Se llega la hora de regresar a casa, de continuar con las labores y esperar la próxima ocasión para platicar, reír y disfrutar de otra mañana como la del pasado miércoles, en un establecimiento de conocido centro comercial.