WASHINGTON, (Reuters) - El amor podría de hecho ser ciego, ya sea el amor por un recién nacido o por su padre, reportaron científicos británicos.
Una serie de tomografías mostraron que los cerebros de las madres jóvenes se iluminan de la misma manera cuando miran a sus bebés que los de las personas que ven imágenes de sus amantes.
Y la región activada cuenta además una historia importante.
Se trata de un área conocida como el sistema de recompensa.
Algunas partes del cerebro también se desconectaron cuando se veía a un amante, esposo o niño, y ese era el sistema implicado en la creación de juicios negativos, dijo el equipo de University College London.
En un escrito en el periódico NeuroImage, los científicos dijeron que sus hallazgos sugieren que en cierto grado, el amor es realmente ciego a las faltas.
"Tanto el amor maternal como el romántico son experiencias altamente gratificantes que están vinculadas a la perpetuación de la especie y, en consecuencia, tienen una función estrechamente ligada a lo biológico, de crucial importancia evolucionista", dijo Andreas Bartels del Wellcome Department of Imaging Neuroscience de UCL, quien lideró el estudio.
Su equipo escaneó los cerebros de 20 madres jóvenes usando simulación de resonancia magnética funcional, que puede mostrar la actividad cerebral mientras ocurre.
Los expertos ya habían documentado cómo responde el cerebro cuando la gente ve imágenes de sus amados.
A las jóvenes se les mostraron fotos de sus hijos, de niños que conocían y de amigos adultos, para asegurarse de que el sentimiento de familiaridad no estaba interfiriendo.
Había un patrón especial cuando las madres vieron a sus bebés, y mucho de ese patrón se superpuso con el patrón visto cuando la gente veía a sus amores, según determinaron Bartels y su colega Semir Zeki.
Las áreas activadas estaban en las neuronas conocidas por ser sensibles a la oxitocina, un químico portador de mensaje asociado con sensaciones como la euforia, el placer y el amor.
Eso explica el "poder del amor para motivar y alegrar", escribieron los investigadores.
Las áreas desactivadas incluían las que implicaban juicios negativos y pensamientos críticos.