EL PAÍS
MADRID, ESPAÑA.- La agenda de la Cumbre Europea de dos días que comienza hoy en Bruselas ha quedado condicionada por los atentados del 11-M hasta el punto que puede considerarse una cita antiterrorista. Otro punto clave es el futuro de la Constitución europea.
Los líderes aprobarán hoy un plan de acción con objetivos estratégicos de la Unión Europea (UE) en la lucha contra el terrorismo. Entrará en vigor de inmediato la Cláusula de Solidaridad, por la que la UE se compromete a poner a disposición de un país que sufra un ataque terrorista todos los medios de que disponga, incluidos los militares.
Europa también contará con un coordinador para la lucha antiterrorista, que actuará bajo la autoridad del Alto Representante para la Política Exterior europea, Javier Solana. Los países de la Unión se comprometerán además a que sus servicios de inteligencia incrementen el intercambio de información.
Antes de julio, deberán poner en práctica toda la legislación antiterrorista aprobada tras el 11-S y especialmente la orden europea de detención y entrega.
Desbloqueo constitucional
Todos los líderes han expresado su deseo de que se reanuden las negociaciones que quedaron bloqueadas en diciembre por el rechazo de España y Polonia al sistema de doble mayoría (de Estados y población) que prevé el proyecto constitucional para tomar decisiones en el Consejo de la Unión Europea.
El actual presidente de la Unión, Bertie Ahern, primer ministro de Irlanda, ha declarado que confía en que las negociaciones culminen en junio.
