Frank Knower sabía que algo andaba mal cuando conversaba con sus compañeros de trabajo y luego no podía recordar nada de lo que habían platicado. Ni siquiera podía acordarse de lo que él mismo había dicho.
Más adelante, después que se retiró, descubrió otro problema: lo acometía una somnolencia irresistible cuando tenía que manejar en largos trayectos.
Ninguno de los recursos usuales para mantenerse despierto, como encender la radio o abrir la ventanilla, le servían. Tenía que detenerse para tomar una siesta.
En estos días su esposa conduce la mayor parte del tiempo. Y mientras Knower, de 74 años, aún puede dormitar durante el día en su hogar en Tappan, Nueva York, el tratamiento para su problema, apnea --que el diccionario define como falta o suspensión de la respiración y que en esta variante se produce como consecuencia de un trastorno del sueño--, además de una píldora para conservarse despierto durante el día, le ayudan a controlar sus dificultades.
Para Knower la historia tiene final feliz. Sin embargo, para los científicos está llena de misterio.
¿Por qué un cerebro privado del sueño no recuerda lo que se conversó? ¿Cómo se produce la somnolencia mientras una persona conduce? Y sobre todo, ¿cómo sabe que necesita más sueño?
No son meras reflexiones esotéricas. Las respuestas a éste y otros misterios sobre el cerebro somnoliento podrían conducir a fármacos para ayudar a las personas a dormirse o a permanecer despiertas.
Podrían ayudar a quienes dormitan a encontrar el momento más oportuno para beber café o tomar una siesta.
Los científicos podrían incluso encontrar formas seguras y confiables para evitar el sopor durante días sin los habituales desajustes mentales.
"Había soldados que podrían combatir una guerra 24 horas al día y tal vez no dormir, al menos durante algunos días", dijo el doctor Clifford Saper de la Escuela Médica de Harvard. "Si uno supiera lo que hace que le dé sueño al cerebro, podría llegar a conocerlo íntimamente... Pienso que una vez que sepamos cómo opera el sistema podremos manipularlo con éxito".
Desde luego, en una economía con implementos de trabajo potencialmente peligrosos que funcionan las 24 horas, como camiones, aviones, plantas nucleares de energía y supertanqueros, incluso ayudar a la gente a dormir y funcionar bien un día a la vez sería beneficioso.
Aproximadamente 70 millones de personas en Estados Unidos sufren de trastornos del sueño, ya sea debido a desórdenes como la apnea y el insomnio o simplemente por falta de tiempo para dormitar, afirma el gobierno federal.
Cada año, al menos 100.000 accidentes de automóviles y 1.550 muertes por accidentes de tráfico son provocados por quedarse dormido al volante.
Y la falta de sueño conduce a una disminución de la productividad, bajo desempeño en la escuela o en el trabajo, y posiblemente problemas médicos como hipertensión, enfermedades cardíacas, depresión y menor resistencia a los virus.
"El sueño es tan importante para nuestra salud en general como el ejercicio y una dieta saludable", afirma el doctor Carl Hunt, director del Centro Nacional para la Investigación de los Trastornos del Sueño, del gobierno.
¿Cuánto sueño hace falta? La recomendación típica es de por lo menos ocho horas cada noche para los adultos. Pero en la edición de febrero de la revista Sleep, un experto exhortó a los médicos a abandonar esa receta generalizada.
"Parece ser que siete horas o incluso cinco o seis son suficientes para las personas que no se sienten somnolientas durante el día", dijo el doctor Daniel Kripke de la Escuela de Medicina de la Universidad de California en San Diego.
Kripke mencionó estudios que rastreaban los índices de mortalidad en personas que normalmente dormían lapsos diferentes. Pero "si alguien siente sueño durante el día con menos de ocho horas, como en mi caso, entonces creo que sería prudente dormir ocho horas", precisó.
Hunt dijo que en general los estudios sobre el sueño señalan que normalmente los adultos necesitan de siete a ocho horas cada noche para sentirse descansados.
"A medida que uno disminuye gradualmente de siete horas a seis o cinco o cuatro, se paga un precio cada vez mayor" en enfermedades, accidentes y mal funcionamiento mental, dijo Hunt.
Los estudios muestran que la gente puede dormir muy poco y aún sentirse bien durante el día, pero eso se debe a que deja de percatarse que empeora si duerme demasiado poco noche tras noche, dijo Hunt.
Así, aunque probablemente hay algunas personas que realmente funcionan bien con seis horas de sueño cada noche, simplemente no pueden fiarse de la forma en que se sienten, dijo.
Los adolescentes necesitan unas 8,5 horas de sueño cada noche, y los niños unas nueve horas, acotó.