06 de mayo 2004.
Buenos Aires Argentina (EFE).- Médicos y familiares del ídolo futbolístico, Diego Maradona, evaluaban hoy la posibilidad de trasladarlo a un centro asistencial especializado en adicciones en Argentina, una vez que supere la etapa más delicada de su nueva hospitalización, según reportes de prensa.
"Esperamos un gesto de la familia para que tome al toro por las astas", dijo una fuente de la Clínica Suizo-Argentina para trastornos agudos.
El traslado se producirá "en dos o tres días", según admitió el médico personal del paciente, Alfredo Cahe, sin indicar a dónde, o en una semana, según cálculos extraoficiales del establecimiento asistencial, especializado en trastornos agudos, no en tratamientos prolongados con internación.
Fuentes de la clínica admitieron que esperan la autorización para el traslado mientras Maradona esté dormido, porque presumen que no aceptará fácilmente someterse a un tratamiento como el que requieren las adicciones.
Los medios especulaban este jueves con la posibilidad de que un familiar autorizara el traslado, pero Claudia Villafañe no puede hacerlo porque está divorciada; las hijas son menores, y "Don Diego", el padre, está a su vez internado en otro sanatorio, de modo que sólo quedan "La Tota", la madre, y los hermanos.
Sin embargo, expertos en medicina legal consultados por el diario Página 12 aseguraron que "no están dadas las condiciones para exigirle a Diego que permanezca internado".
Añadieron que no hay forma legal de retenerlo si el propio Maradona rehúsa internarse en un centro para adictos, a menos que se declarara judicialmente su incapacidad para tomar esa decisión.
Desde principios de 2000 cuando tuvo un grave cuadro cardiaco en el balneario uruguayo de Punta del Este, Maradona pasa largas temporadas en el centro de salud La Pradera, en Cuba, y había anunciado su propósito de volver allí, el que quedó frustrado con la actual hospitalización.