05 de marzo de 2004.
Dallas, Texas, (Notimex).- El presidente de México, Vicente Fox, se sumará este fin de semana a la exclusiva lista de líderes mundiales que son recibidos por el mandatario estadounidense George W. Bush en su rancho ubicado en las cercanías de Crawford, Texas.
La propiedad de 650 hectáreas es utilizada por el gobernante estadounidense para distinguir con un trato especial a presidentes y jefes de Estado a quienes considera aliados o amigos cercanos.
Hasta ahora, sólo ocho líderes mundiales han recibido tal distinción. Fox se convertirá en el noveno la tarde de este viernes cuando llegue al lugar para una visita de dos días. Bush había invitado al presidente mexicano a su rancho desde el inicio de su gobierno, pero diversos factores pospusieron el encuentro en este lugar.
Las citas en la propiedad de Bush suelen ser informales, relajadas, en una atmósfera muy diferente al rigor que impone a los visitantes extranjeros el protocolo de la Casa Blanca, por lo que el ambiente es propicio para el acercamiento y el trato de amigos. Las visitas de los mandatarios comienzan casi siempre los viernes por la tarde y suelen concluir el sábado.
La visita de Fox al rancho de Bush vuelve a encarrilar la relación entre los dos países y la coloca al nivel en que estaba antes de las discrepancias surgidas por la guerra en Irak, indico.
"Para Bush esta es una forma de enviar un mensaje muy claro de que la relación de Estados Unidos con México es importante", dijo el analista político Jorge González, jefe del Departamento de Economía de la Universidad Trinity en San Antonio.
González pronosticó que en el encuentro de Fox y Bush "privará un ambiente muy relajado... No creo que se dé un estire y afloje sobre los temas de la relación, mas bien será un reencuentro".
Por su parte, la académica Mónica Verea, del Centro de Investigaciones Sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México, consideró que Fox podría aprovechar para tratar de influir en el ánimo de Bush, en especial en materia migratoria. "Qué mejor ocasión que alrededor de un 'barbecue' para venderle a Bush nuestra posición", aseveró Verea.
Los terrenos del rancho, que forman parte de una pradera conocida como "Prairie Chapel", incluyen un arroyo, un cañón, una pequeña cascada y pastizales donde pasean algunas vacas y venados.
