Imposiciones se observan en creación de asentamientos irregulares
A diferencia de otras ciudades en que existe un marco jurídico que establece todo un proceso a cubrir en la nomenclatura, en Durango se le pueden imponer los nombres que se quiera, incluso, de personas sin mayores méritos para tener tal reconocimiento, a calles, colonias y fraccionamientos, al carecerse de un ordenamiento que obligue a realizar un trámite específico que soporte y justifique asignar una identificación a una vialidad o centro habitacional.
El único candado, que establece la normatividad municipal para que se le imponga el nombre a una calle, colonia y/o fraccionamiento es que no sean ofensivos, que no atenten contra la moral y buenas costumbres, ni que sean en idioma extranjero; pero las propuestas siempre van del fraccionador o de los vecinos hacia las autoridades, y no al revés, como establecen los reglamentos de otras ciudades.
Un ejemplo de nombres que ha rechazado el área de Nomenclatura de la Dirección de Desarrollo Urbano del Gobierno Municipal de Durango es lo que sucedió en la colonia Lucio Cabañas, en que se pretendió imponer al arbitrio de los vecinos el nombre de Chucho el Roto a una calle, lo cual se consideró inapropiado y se les obligó a cambiar la identificación.
El problema de la imposición de nombres a calles y colonias se presenta con mayor algidez en la creación de asentamientos humanos irregulares, que surgen de alguna invasión de precaristas, sin ninguna planeación, y sin el consentimiento de las autoridades.
Pero lo peor es que pasan varios años, cuando ya están consolidados, en que se oficializa la identificación que siempre utilizaron para sus vialidades y el núcleo habitacional, sin que las autoridades puedan o quieran hacer algo para realizar modificaciones en la nomenclatura, por lo que admiten empleados del departamento municipal que sí hay irregularidades que no se han corregido.
Hasta la fecha no existe una ley que norme la imposición indiscriminada de nombres a calles, colonias y fraccionamiento, y solamente en el caso de vialidades importantes el trámite que se realiza queda en un acuerdo o desaprobación del Cabildo.
Ello se refleja en que haya calles de diferentes asentamientos humanos con el mismo nombre, y lo cual se repite hasta 20 ocasiones o más; incluso, colonias que tienen la misma identificación, lo cual ocasiona problemas en el Servicio Postal, y otras dependencias que prestan los servicios básicos.
Por ejemplo, la Valle Verde, que es irregular, hay dos; uno que se ubica al sur por el bulevar Domingo Arrieta, y otra por la salida a la carretera a México; por lo que aquí se les diferencia con norte y sur, pero no es suficiente. Otro es la Niños Héroes, y todo ello genera confusión.
El subdirector de Desarrollo Urbano del Gobierno Municipal, Humberto Rosales Badillo, dijo que al menos en la actual administración se ha tratado de regular la nomenclatura en calles y colonias, a fin de evitar duplicidad de nombres, además de que haya orden en lo que se refiere a la numeración, al tener antecedentes de anarquía, sobre todo en asentamientos irregulares, en los que solamente a petición de los vecinos se puede iniciar el trámite para realizar cambios, pero se requiere de todo un proceso para hacerlo.
?Los nuevos fraccionamientos deberán presentar los nombres de calles correspondientes, los cuales no deberán ser ofensivos, con faltas a la moral o en idioma extranjero, según se marca en el reglamento de Construcciones para el municipio de Durango en sus artículos 99, 100 y 101?, explicó el funcionario.
En el caso de cambio de nombre a vialidades, por ejemplo, hay la propuesta para la avenida San Ignacio, por José María Patoni y/o Pastor Rouaix; nientras que a la arteria Aluminio pretenden imponerle la denominación de Fidel Velázquez o Antonio Ramírez.
El presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del Ayuntamiento, regidor Mario Garza Escobosa, admitió que no existe ningún impedimento legal para que se le imponga el nombre que se quiera a una determinada colonia y sus respectivas calles.
Recordó, por ejemplo, que existe una colonia que se llama PRI, en que a las calles se les impuso nombres de dirigentes seccionales y políticos, que no tienen mayores méritos para un reconocimiento de tal magnitud, por lo que enfatizó la necesidad de reglamentar lo relativo a la nomenclatura para evitar este tipo de situaciones, que además de la confusión que generan, dejan a Durango con una imagen añeja de retroceso urbano.
En lo que sí se tiene que cumplir con un proceso legal es en el cambio de nombre en vialidades importantes de la ciudad, ya que primero hay que hacer la propuesta formal y oficial al Presidente Municipal; después se turna a comisiones para su investigación, además de que se deberá contar con una remembranza del nombre que se le quiere imponer, de tal manera que se justifique de acuerdo con trayectoria y actividad social.
Además, se tiene que de realizar una encuesta entre los vecinos para obtener su opinión, que deberá ser positiva, para avalar la modificación.
Por su parte, el diputado Alfonso Mercado Chávez, presidente de la Comisión legislativa de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, señaló que es atribución exclusiva de los ayuntamientos lo relativo a la nomenclatura en calles y colonias, se pronunció en favor de que exista un ordenamiento estatal que lo regule, sobre todo para impedir que haya la imposición arbitraria, sin mayor justificación que el deseo de algunas personas, de los nombres a vialidades y asentamientos humanos.
Una encuesta realizada por El Siglo de Durango entre habitantes de las colonias Juan Lira, José Angel Leal y Carlos Luna arrojó que el 57 por ciento de los entrevistados desconocía el personaje por el cual se le impuso el nombre del correspondiente núcleo habitacional, además de que, por ejemplo, en la calle Lucha Popular no sabía por qué de tal identificación.
La mayoría coincidió en que una vez que esté consolidada la colonia, los vecinos deben organizarse para saber si hay acuerdo o no con los nombres que se les impusieron, lo mismo que a las calles, y en caso de existir reprobación, iniciar los trámites para el cambio.
Y aun cuando existe un Reglamento de Construcciones que estipula atribuciones al Municipio para normar lo que se refiere a la nomenclatura, empleados del área de Desarrollo Urbano admiten que en la práctica se imponen al arbitrio de fraccionadores y colonos los nombres de colonias y calles, además de que también los pueden cambiar sin mayores problemas.
Ordenamiento
El Reglamento de Construcciones para el Municipio de Durango, en tres de sus artículos, establece las atribuciones siguientes:
· Artículo 99.- Corresponde a la Dirección de Desarrollo Urbano, de acuerdo con los lineamientos que se señalan, establecer la nomenclatura oficial para la denominación y numeración en las vías públicas, parques, jardines y plazas y predios comprendidos en el municipio. Los particulares no podrán alterar las placas o signos.
· Artículo 100.- Previa solicitud, la Dirección señalará para cada predio que tenga frente a la vía pública un solo número oficial, que corresponderá a la entrada del mismo, el cual deberá colocarse en parte visible de la entrada de cada predio, y deberá ser en cifras de diez centímetros de altura como mínimo y legible a 20 metros de distancia.
· Artículo 101.- La Dirección podrá ordenar el cambio del número oficial, para lo cual notificará al propietario, quedando éste obligado a colocar el nuevo número en el plazo que se le fije. Deberá respetar la tiponomía tradicional.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.
Cambios
Las modificaciones
Procedimiento para modificar nomenclatura en vialidades:
· Con base en la Ley General de Asentamientos Humanos, Ley General del Municipio Libre y Ley Estatal para el Desarrollo Urbano, y en función de las atribuciones que en la materia son ejercidas por el Gobierno Municipal.
· Primero se presenta la propuesta a la Dirección Municipal de Desarrollo Urbano y Obras Públicas por los interesados.
· Se turna ante la Comisión Municipal para su validación.
· Se pide la opinión de la Comisión de regidores de Obras Públicas, Equipamiento y Desarrollo Urbano.
· Se pone a consideración del H. Cabildo para su aprobación o negación definitiva.
· En caso de aprobarse, se publicará en la Gaceta Municipal para su observancia.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.
Encuesta
CALLES
Se demuestra imposición de nombres
Resultados obtenidos en una muestra aleatoria de 100 vecinos de las colonias Juan Lira, José Ángel Leal y Carlos Luna que ilustra la imposición arbitraria de los nombres:
¿Sabe usted quién es (fue) el personaje por el cual se le dio el nombre a su colonia y calle?
57% respondió que NO y 43 % SÍ
¿Cree que haya tenido los méritos suficientes para imponérsele como denominación a su colonia y calle?
62% NO......38% SÍ
¿Está usted conforme con el nombre de su colonia y calle?
33% SÍ 23% NO 44% LE DA IGUAL.
¿Cómo le gustaría que fuera el proceso para ponerle nombre a una calle o colonia?
30% QUE LO DECIDA LA AUTORIDAD COMPETENTE.
57% QUE SEA DECISIÓN DE LOS COLONOS.
13% QUE SEA EL DE QUIEN LA FUNDA.