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Andrés Manuel o Kafka revisado

Patricio de la Fuente

Impresionante y digna de análisis es la metamorfosis sufrida por el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador. Hoy al frente de los capitalinos, ayer representaba a una izquierda reaccionaria, visceral, tremendamente combativa y nunca temerosa de violentar el régimen jurídico vigente para con ello hacerse visible y lograr sus propósitos. Secuestro de pozos petroleros, grandes manifestaciones, bloqueo de las vías generales de comunicación son tan sólo algunos ejemplos representativos de cómo “El Peje” se las gastaba. Actualmente es un político algo respetado, temido por sus adversarios gracias a un índice de popularidad abrumador que por natural lógica lo termina situando como aspirante a la Presidencia. Un cambio tan radical merece hagamos alto total, regresemos al pretérito para con ello entender tan rápida transformación.

AMLO es igual de maquiavélico, barroco y complicado que cualquiera, también vela por sus propios intereses, posee un ego acrecentado, sin embargo proyecta un halo de congruencia al hablar de austeridad y vivir recatadamente, sin ostentación alguna. El Tsuru blanco lo hace identificable con una clase media apaleada, mermada y casi en vías de extinción. Brillante hasta decir basta, López Obrador entiende la contundencia implícita en el silencio y por ello piensa con detenimiento cada palabra, sabe que pelearse con Vicente Fox acabará acarreándole mayores problemas, por ende deja éste hable, se tropiece solo, cave su propia tumba, redacte por mano propia epitafios políticos.

La ciudadanía está cansada de funcionarios poco cumplidores, es naturalmente escéptica si se trata a pago de impuestos pues teme los dineros paren en manos particulares. Andrés Manuel recoge tal sentimiento y hace distribuidores, obras apoteósicas. Populista hasta decir basta, medidas como recursos hacia la tercera edad y flores en avenidas distraen la atención sobre temas neurálgicos hasta ahora sin resolverse: contaminación, crecimiento indiscriminado y una tremenda inseguridad que alcanza índices alarmantes.

AMLO habla de un régimen democrático, un día sí y el otro también marea con plebiscitos pero siempre termina haciendo lo que le viene en gana. Ya pensando con mesura llego a la conclusión que en la Asamblea Legislativa posee mayoría, los perredistas que ahí ocupan curules nunca debaten a fondo, se limitan a aprobar el mandato o línea dictaminada por el Jefe de Gobierno. Si acaso alguien osa decirle que no –incluida La Suprema Corte- López Obrador salta, transita por la tangente y termina obrando con libertad. Van meses enteros sin que el Distrito Federal tenga una urgente Ley de Transparencia integral, limpie sus procesos públicos y se sume a la larga lista de estados que ya lo han hecho. En fin, que el tabasqueño suele actuar dictatorialmente y es poco adepto a la observancia de la Ley.

De cierta manera AMLO redefine la geometría política. Hace tiempo Carlos Slim –a mi gusto hombre verdaderamente valioso, humano, indispensable y con la entereza para invertir en México- era señalado por el PRD como principal beneficiario del salinismo, inclusive el partido amarillo estaba dispuesto a ir por la vía penal. A la larga nadie pudo probarle nada, Andrés Manuel tuvo oportunidad de conocerlo, apreciar cuán valioso podía ser, cuánto era capaz de aportar al mejoramiento social y precisamente ahí se forma una sociedad interesante con vías de crecimiento. Espero ello fructifique a largo plazo y no sea otra medida para darle atole con el dedo a las clases privilegiadas.

AMLO tiene madera, presencia, don de gentes y está en todo su derecho a pretender ocupar Los Pinos. Todos los partidos políticos atraviesan grandes crisis, en muchos los aspirantes presidenciales o no poseen los tamaños o andan desbocados. Fondo es forma, el sentido de oportunidad es cualidad de pocos y gracias a eso el gallo más visible de México dice que no, aparentemente no se mueve pero todos los pasos están calculados, encaminados hacia el alcance de un destino grandioso. Lento pero seguro.

Existe la creencia generalizada de que el PRD carece de presencia en los estados del norte. Absolutamente cierto, también verdadero que AMLO domina dicho precepto. Como no está dispuesto a esperar el lejano día en que sus compinches terminen de pelear, dejen atrás las divisiones internas y se pongan a trabajar en pos de un organismo unido, mejor busca espacios de penetración masiva, esferas de influencia que no impliquen un desembolso desmesurado de recursos físicos o materiales. He ahí el meollo, la solución a una interrogante que todos teníamos y pocos terminaban resolviendo; sí, la eterna duda: ¿por qué se levanta tan temprano y diario sostiene encuentros con la prensa? Claro como el agua.

En estos tiempos turbulentos se ha venido acentuando la mala distribución de los ingresos, la capital sigue siendo receptora de pesos y centavos, los municipios y entidades federativas aportan y no reciben apoyo en la medida en la que otorgan. Parte del presupuesto que ejerce López Obrador no es suyo, viene de los estados. ¿Andará haciendo caravanas con sombrero ajeno? ¿Tener una asamblea servil donde el PRD es mayoría no facilitan en extremo la labor de gobernar? ¿De llegar a ser Presidente de México sería capaz de escuchar, tender puentes, apreciar los cuadros estupendos que existen tanto en el PRI como el PAN sin juzgar a la ligera, ver con extrañeza a la oposición? Interrogantes sí, respuestas poco claras también.

Generalmente la prensa está a su favor, pocos editorialistas pasan a la crítica severa, los reporteros que cubren la fuente parecieran estar embrujados por el encanto de un carismático personaje que no teme darles clases de ética durante sus exposiciones si con ello logran entender un pensar interesante pero al mismo tiempo desenfrenado. Dado lo anterior no quiero comprar el regalito como viene, mejor lo abro y averiguo qué trae adentro.

Desde hace tiempo Andrés Manuel demuestra que su núcleo paranoide crece a pasos agigantados y comienza a traicionarlo. Para él todo lo que está en su contra es un complot, a sus oponentes políticos los convierte en acérrimos enemigos y acostumbra hacer erráticas declaraciones cuando se le critica. Ante los escándalos del “videogate” no supo formular una respuesta convincente, dejando un halo de inconformidad de muchos mexicanos que hasta la fecha no comprenden cómo un asunto de tal envergadura haya sido minimizado a tales proporciones.

Correo electrónico:

pato1919@hotmail.com.

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