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MÉXICO, DF.- A pesar de que es la hora de su siesta, la cual toma para compensar su ardua jornada de trabajo que comienza a las cuatro de la mañana, la también actriz Anette Cuburu accede gustosa a transformarse en la radiante novia que el 22 de mayo pasado contrajo matrimonio con Alejandro Benítez, en Acapulco.
Sonriente y muy amable, la conductora de noticias llega a la estética de Puppy, para consentirse.
Juanita Martínez, su peinadora de toda la vida, se apresura a realizarle un peinado en estilo grecorromano, que haga juego con su atuendo nupcial.
Mientras las manos de Juanita comienzan su obra de arte, Anette nos confía algunos datos sobre su enlace: "Creo que la boda es el día más feliz en la vida de una mujer, y la mía fue un sueño.
Organicé todo, no permití que nadie decidiera por mí, aunque fue una labor muy ardua, planee hasta el último detalle".
Eligió un vestido brillante en la parte superior y poco vaporoso. "Me enamoré de él cuando lo vi en una tienda de la ciudad de México". El tocado consistió en una serie de diminutos diamantes que iban entrelazados con el cabello y realzaban los tonos dorados de éste.
Puppy sustituyó los diamantes por pequeñísimas flores artificiales.
A casi cinco meses de la ceremonia nupcial de Anette y Alejandro, aún se le recuerda como una de las más elegantes y concurridas por artistas de las dos televisoras más importantes de México.
Todo fue maravilloso, reafirma la conductora y actriz. "Lo único malo fue que en plena fiesta me intoxiqué con camarones y tuve que ir a que me inyectarán de inmediato".
Por fortuna el mal rato no pasó a mayores y después de la boda pudo disfrutar de un mes de luna de miel por el continente asiático, para después instalarse junto con su esposo en su nuevo hogar, por cierto, cerca de la casa de sus padres.