Lerdo

Anida la miseria en San Isidro

La colonia "más grande, más vieja y más olvidada de Lerdo"

La inseguridad pública, la marginación y la pobreza marcan la vida de los pobladores de este asentamiento.

CD. LERDO, DGO.- La basura es el sustento de Felipa Andrade y su esposo Norberto Rubio. Su humilde jacal está en la parte baja del cerro de la colonia San Isidro. Los cerdos, gallinas, guajolotes y otros animales domésticos merodean en las afueras de este hogar.

A sus 68 años de edad, doña Felipa acude al relleno sanitario a hurgar entre los desechos para recolectar materiales reciclables que después cambia por unos pesos.

El único ingreso fijo de esta familia son 800 pesos mensuales provenientes de la pensión de Norberto, quien por más de 20 años fue recolector de basura para el Ayuntamiento de esta ciudad. Desde hace ocho años una enfermedad le impidió continuar con su labor.

A pocos metros de estos ancianos está la modesta vivienda de su hija Guadalupe, un cuarto de cartón y madera que igual hace las veces de dormitorio que de cocina.

En los alrededores juegan dos pequeños, de seis y dos años de edad, quienes a pesar de las condiciones climatológicas adversas no pierden el entusiasmo por jugar en la tierra y charcos de agua sucia.

Aunque la madre de los niños los protege, es mínima la ropa invernal que tienen, apenas unos pantalones y una delgada chamarra los cubre.

“En ocasiones viene gente del Ejército y reparte cobijas, pero nunca nos llega, tal vez porque vivimos en una parte alejada” señala doña Felipa.

El jacal de su hija es tapado con papel periódico y hules para evitar el paso del frío y de la lluvia, sin embargo no es suficiente ante las bajas temperaturas de los últimos días.

Con sacrificio y trabajo hizo posible la construcción de un cuarto de adobe, pero hace dos años se le vino abajo con una tormenta que cayó, ahora es necesario reconstruirlo.

“Lo primero es comer, por eso me voy a la pepena, dejo a un lado los dolores en la espalda y piernas para conseguir algo”, comenta Felipa.

Tanto madre como hija requieren de una vivienda digna, son un claro ejemplo de pobreza extrema a donde no llegan los programas gubernamentales.

El caso de ellas es uno de los muchos que existen en la parte alta de la avenida El Cerrito, ahora llamada José Isabel Zavala, en la colonia San Isidro.

Marginación

“La más grande, la más vieja y la más olvidada” así identifica la ciudadanía a la colonia San Isidro, que desde hace 50 años presenta el mismo rezago. Autoridades van y vienen y la carencia de servicios públicos persiste.

María Dolores Talamantes Herrera, de 37 años de edad y vecina de la comunidad desde hace 20 años en la calle Tecnológico, observa con tristeza a sus dos hijos jugar en una de las muchas calles de tierra que predominan, la mayor parte carece de pavimento.

Asegura que aunque agua potable no les falta, en la parte alta viven familias que deben acarrear el vital líquido en cubetas o utilizar mangueras para las necesidades más apremiantes.

“En las noches resulta imposible salir, falta presencia policiaca y los vagos están por todas partes, se juntan en pandillas y molestan a la gente, las patrullas no se ven por ningún lado”, comenta.

Para las hermanas Lorena y San Juana Burciag, uno de los principales problemas es la gran cantidad de lotes baldíos o fincas a medio construir, como la ubicada en la esquina de Tecnológico y Aldama, donde se reúnen vándalos y hacen de las suyas. Desde ese lugar tiran pedradas y no permiten el paso, se esconden en la oscuridad y en la gran cantidad de basura.

“Continuamente falla el alumbrado público, durante el día están prendidos los arbotantes y en las noches están apagados, se reportan a Obras Públicas y no hay respuesta, así permanecen por meses”, señalan.

Esto fue constatado en la calle Allende, donde a la una de la tarde había dos luminarias prendidas.

En cuanto al pavimento, comentan: “nunca fuimos tomados en cuenta en los programas de gobierno, también falta más unión de la gente para hacer presión”.

Sin servicio de limpieza

Lerdo presenta un atraso importante en servicio de Limpieza, a pesar de estar presupuestados para el 2003 cuatro camiones recolectores para reforzar el departamento, los cuales nunca se compraron.

Esto ocasiona que proliferen los basureros clandestinos en San Isidro, los vehículos fallan seguido y en ocasiones tardan semanas sin pasar por el lugar o solamente lo hacen por las arterias principales.

Dicho sector es uno de los lugares con mayor problema de higiene, las amas de casa y comercios acostumbran tirar toda clase de desperdicios y desechos en canales de riego o terrenos posteriores al panteón municipal.

Cierre de casetas

Una de las quejas más sentidas de la comunidad de San Isidro es el cierre de la caseta policíaca, ya que a pesar de estar considerada como una de las colonias más conflictivas la dejaron desprotegida y en manos del hampa.

Para el regidor Candelario Delgado urge atender este rubro, la caseta de San Isidro está en total abandono, rayada con graffiti y “se ha convertido en nido de vagos y malvivientes, cuando lo que se necesita es precisamente vigilancia permanente desde donde avisen o pidan refuerzos a la Policía Preventiva para que acuda a frenar las riñas o pleitos callejeros comunes en el sector”.

Los vecinos viven atemorizados, solicitaron a las autoridades municipales atención para restablecer las casetas, al igual que la Lucio Cabañas o José Revueltas donde ocurrieron homicidios, pero la respuesta es la misma: ninguna.

Priva la falta de denuncia para dar a conocer la venta desmedida de cerveza o de drogas, por miedo a las venganzas personales, por eso piden la intervención de la justicia federal para que intervenga y no deje crecer el problema.

Pandillerismo

La Dirección de Seguridad Pública Municipal tiene identificadas entre las colonias más conflictivas de la zona urbana a San Isidro y otras más localizadas en el sur de la ciudad.

Antonio de los Santos Ortiz, titular de la corporación, informa que de manera frecuente reciben llamadas de la comunidad porque se originan riñas y pleitos entre pandillas.

Los enfrentamientos son comunes porque participan no sólo de San Isidro, sino también del Cerro de la Cruz, Francisco Villa Norte y Sur, Francisco Sarabia, 20 de Noviembre y otras.

Un claro ejemplo es la Francisco Villa Sur ubicada a la salida de la carretera Panamericana, donde están instalados centros nocturnos y bares, lo que ocasiona una mayor incidencia de viciosos.

Otro sector conflictivo es la Benito Juárez, zona conurbada colindante con Torreón, donde continuamente hay problemas y causan molestias a quienes transitan con sus vehículos por la carretera a Villa Juárez.

En San Isidro y otras colonias realizan operativos para que mediante la presencia policiaca disminuyan los problemas, especialmente entre grupos o gente que abusa del alcohol y las drogas.

LAS BANDAS

Las autoridades municipales cuentan con un registro de ocho pandillas bien identificadas en la colonia San Isidro, las cuales mantienen asolados a los vecinos por las constantes molestias que generan con sus enfrentamientos. Sus nombres son:

· Los Panchitos.

· Los Nichis.

· Las Calaveras.

· Los Demonios.

· Los Chicos Fila.

· Los Olvidados.

· Los Allende.

· Los Infiernitos.

FUENTE: Dirección de Seguridad Pública Municipal

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