EL SIGLO DE TORREÓN
SAN PEDRO, COAH.- En este municipio para que los trámites de cualquier servicio o ayuda que brinda el Ayuntamiento sean ágiles, la única forma de hacerlo es a través del contacto diario y personal, entre los interesados. En San Pedro, la gente prefiere “agarrar” al Alcalde para solicitarle algún apoyo.
Las gestiones que los trabajadores de la administración municipal realizan son burocráticas en varias ocasiones, al menos así lo afirma José Ortiz de 64 años de edad, quien tiene desde febrero de este año tratando de ser uno de los beneficiados con el programa Arma tu Techo.
Es fecha que todavía no le dan respuesta. De tres a cuatro veces por semana, José se dirige del ejido San Marcos a la cabecera municipal. Siempre con la misma esperanza y deseos de que sus peticiones sean escuchadas.
Sin embargo, critica la manera de operar del Ayuntamiento. “Tiene que andar viniendo uno a cada rato y no resuelven rápido. Me dicen que para obtenerlo tenemos que ir con el comisariado ejidal y luego asistir durante un tiempo a unas juntas”.
Manuel Rodríguez del ejido Albia, acudió a la presidencia para un apoyo de 700 pesos. Tiene algunas semanas yendo y nada. En una dependencia, la cual asegura no recuerda el nombre, le entregaron un documento, el cual debía presentarlo para que le ayudaran.
“Ya tengo algunos días viniendo. Me dijeron que tenía que traer mi credencial de elector y otros documentos. Sacamos copias y ahora se tienen que mandar a Saltillo y esperar que la orden regrese para ver si me dan el apoyo”.
Miguel Olazio Rodríguez tiene 60 años de edad. Vive en la colonia Valparaíso y apenas si puede caminar. Con esfuerzos logra subir los tres escalones de la presidencia. Su rostro y postura son desalentadores. En la mano derecha trae un papel.
“Me lo dieron allá para que aquí me entregaran una medicina porque me siento muy mal. En otras ocasiones vengo y tardan algunos días para entregarme lo que necesito. Yo ya no trabajo y estoy enfermo”.
Pero ellos no son los únicos que tienen que esperar días, semanas, meses o años para tratar de conseguir una ayuda o resolver un trámite en poco tiempo. Cada vez que el alcalde, Emilio Bichara Marcos, acude a la presidencia, tarda varios minutos en subir a su oficina.
Decenas de ciudadanos se acercan a él para exponerle sus problemas, con la esperanza de que sólo así se los resuelva. Ésta es una práctica común y parece ser la más efectiva. Así lo prefieren varios ciudadanos pero consideran que la atención y trámites se pueden mejorar.
“Ellos no hacen nada, sólo les dan a los que ellos les conviene. La vez pasada sólo entregaron material para gente que fueran sus familiares o amigos y nosotros tenemos dos años esperando, cada vez que se acerca la ayuda la pedimos pero nada nos dan”.
