EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Entre buenas intenciones y malos entendidos, los vecinos de la colonia Montemayor tienen una calle sin pavimento pero con muchos hoyos que están cubiertos de escombro y basura.
Cuando llueve, la calle Viesca se inunda y se hace lodo, que después al secarse va dejando depresio-nes, por lo que la vía es totalmente irregular, con montecitos y hoyos.
Muchos colonos tiran desperdicios en las depresiones para cubrirlos y así tener una calle un tanto más uniforme, pero los que tienen sus casas sobre esta calle difieren mucho de esta opinión.
“Se han agarrado de pretexto eso de que hay que tapar los hoyos, nomás buscaban un lugar para dejar su basura y aquí lo encontraron”, dijo una vecina del lugar.
“Aquí nadie está de acuerdo con eso, pero todo mundo viene a dejar su escombro y la basura”, manifestó, “¿cómo va a ser bueno pasar en el carro por una calle llena de escombro?”.
La mayoría de los vecinos concordaron en que más que hablar con las personas que arrojan sus desperdicios en esta calle, lo mejor sería pavimentar ya y así acabar con el problema.
“La pavimentación está en trámite, los propietarios de las casas ya la fueron a pedir a la Presidencia Municipal y ya no sé qué es lo que falta porque dicen que ellos ya van a dar su parte y el Municipio pone la otra”, dijo Antonio Fernández.
Y aunque en un principio los vecinos estaban de acuerdo con que había que tapar los hoyos, hoy retiran lo dicho.
“Sí hay muchos hoyos, pero ya ahorita la calle está muy alta, las depresiones siguen igual de huecas y la basura se reacomoda cada que llueve, pero por más que echen de basura así va a seguir y ahorita con tanto aire que hace se nos mete toda la tierra de la calle y encima la de la basura”, manifestó Fernández.
Pero mientras los vecinos de la calle Viesca siguen esperando que les pongan el pavimento, los “bien intencionados” siguen rellenando sus huecos con desperdicios.
Solidaridad
Para que su niño no se enferme, cada domingo Ana Bertha García Rivera se levanta temprano para limpiar la acera de su casa en la calle Zaragoza de la colonia Montemayor y de algunas viviendas aledañas que están abandonadas.
Su hijo tiene tres años y gusta de jugar en la banqueta, pero ésta se llena de basura, por lo que Ana Bertha desde hace dos años tiene que salir con su escoba y una carretilla que cubre de desperdicios.
Aunque las casas de sus vecinos están solas, acumulan escombros, hojas que caen de los árboles y desechos, pues la gente arroja tanto envolturas como papeles, además de heces de perros y gatos.
“Vivimos cerca de la plaza y por esto pasa mucha gente por aquí, dejan basura y luego mi niño se me puede enfermar”, dijo Ana Bertha.
La señora de 50 años ha llegado al extremo de lavar las jardineras de sus vecinos para eliminar los malos olores y evitar que su niño adquiera algún tipo de infección por la suciedad a la que están expuestos los menores en su colonia.
“En estas casas nunca vienen los dueños a limpiar, siempre están solas y pues uno tiene que hacer lo que pueda porque sus hijos estén con bien”, manifestó.
Junto a esta señora estaba la nieta ayudando con la carretilla, cada que su abuela la llenaba con desperdicios, la niña la empujaba a la esquina y la depositaba en uno de los hoyos de la calle Viesca.
“La calle está llena de baches, hay muchos hoyos y los carros no pueden pasar bien, por eso tratamos de tapar los hoyos con la basura”, dijo la señora.
“Así todos nos ayudamos”, agregó.