El próximo 14 de marzo se llevarán a cabo elecciones generales para integrar las Cortes Españolas de las cuales se elegirá siguiendo el modelo parlamentario existente en esa monarquía, al primer ministro o presidente del Gobierno español que conduzca ese país durante los próximos cuatro años.
Aprovechando la oportunidad de haber podido estar por motivos profesionales en España en días pasados quisiera dedicar este espacio editorial a considerar un par de tópicos que tienen que ver con estas elecciones.
Una primera consideración está dada en la brevedad y austeridad de las campañas electorales, lo cual contrasta con el largo y costoso proceso que aún sufrimos en México. Estimaciones publicadas en la mayoría de los diarios hispanos coinciden en que los más importantes partidos políticos mantienen sus arcas maltrechas y aún quedan las elecciones al Parlamento europeo del próximo mes de junio.
Además arrastran una deuda millonaria con instituciones financieras. Por lo que han apostado por reducir costos de las campañas a pesar del atractivo que tiene aspirar a la jefatura del Gobierno.
El Partido Popular, el Partido Socialista Obrero Español e Izquierda Unida se ahorrarán en estos comicios un total de 7.4 millones de euros, lo que supone una reducción del gasto en un 20 por ciento.
La candidatura de Rajoy y el PP destacaría con un 26 por ciento de ahorro, mientras que en el caso de Rodríguez Zapatero y el PSOE sería del 18.5 por ciento y en el de Llamazares de IU, del 9.8 por ciento.
En concreto estamos hablando que el Partido Popular ha previsto esta vez un gasto de 11.42 millones de euros, cuando en 2000 justificaron ante el órgano fiscalizador partidas por 16.15 millones de euros. En el caso del PSOE, mientras que en 2000 justificó 13.5 millones de euros, ahora prevé gastarse sólo 11 millones, 2,5 millones de euros menos.
Asimismo, fuentes de Izquierda Unida informaron que la partida para la campaña será de 5.8 millones de euros, 600,000 menos que en las últimas elecciones generales. Un segundo comentario lo suscita el gran revuelo formado por la acción del republicanista catalán Joseph Lluis Carrod Rovira quien había sido factor determinante para que en las recientes elecciones autonómicas, el grupo socialista llegara a la Generalitat de Cataluña a pesar de que el partido socialista encabezado por Pascuall Margall había obtenido menos votos que Convergencia i Unió.
El prominente miembro de Ezquerra Republicana de Cataluña acudió a Francia a dialogar con la cúpula de la ETA lo cual ha creado una crisis en el Gobierno autonómico catalán que ha tendido que marginar del Gobierno al citado Carrod Rovira a pesar del peso específico que él aporta a esa coalición catalana de izquierdas.
Y es que se considera que ese diálogo clandestino fortaleció a una maltrecha organización terrorista muy menguada por últimos y eficaces golpes gubernamentales, además de romper ese pacto de las fuerzas constitucionales en contra de la organización terrorista. Se piensa que este hecho va a tener importancia al momento de que los españoles acudan a las urnas por lo que puede ser un factor adicional que le otorgue el triunfo al gallego Mariano Rajoy candidato del PP sobre todo en virtud de la solidez económica que dejó el Gobierno de José María Aznar.