EFE
MÁLAGA, ESPAÑA.- El Zorro, el personaje ataviado con capa negra y antifaz que deja su marca con la espada, se hizo de carne y hueso ante varias decenas de niños ingresados en el hospital infantil de la ciudad sureña de Málaga de la mano del actor español Antonio Banderas.
Los pequeños, a quienes se dijo que se proyectaría en el salón de actos del centro la película La Máscara del Zorro protagonizada por Banderas, no podían imaginar lo que la tarde les depararía.
Tras una de las muchas escenas de acción del filme, se encendieron las luces y apareció Banderas para asombro de los niños, algunos de los cuales seguían la proyección desde sus sillas de ruedas o desde sus camas y conectados al suero.
Una vez superado el desconcierto inicial, las reacciones de los niños fueron dispares: unos gritaban, otros no sabían demasiado bien qué ocurría e incluso alguno decía que lo que quería en realidad era "seguir viendo la película".
Cuando Banderas se les acercó para charlar con ellos y regalarles un antifaz del Zorro, algunos le hablaron como si fuesen amigos de toda la vida, se abrazaron a él o callaron, superados por la timidez.
Para cada niño el actor tuvo una frase de ánimo, como la que le dijo a uno de ellos: "Vamos a hacer este verano la segunda parte del Zorro y tú vas a ir a verla al cine".
"Estos niños tendrían que ser los críticos del país y a mí me iría bastante mejor", bromeó el artista, quien aseguró a los periodistas que los pequeños "no tenían demasiado interés en ver a Banderas", sino al Zorro, manifestó su esperanza en que su visita sirva para animarles.
Sobre la reacción de los pequeños, explicó que al principio se quedaron "espantados" porque "me estaban viendo en la pantalla con la espada y el caballo" y se preguntaban quién es éste o si era de verdad el Zorro.
Recordó que esta iniciativa surgió en la reciente Semana Santa de Málaga, su ciudad natal, durante una comida de su Cofradía, porque "para estos niños, que se encuentran en recuperación, estas cosas les ayudan a estar contentos y les hacen ver que se les tiene en cuenta".
Banderas anunció que pronto dejará Málaga para "trabajar duro porque el año viene bastante fuerte", con proyectos como la segunda parte de El Zorro y una nueva experiencia como director.
A su llegada al hospital, el personal femenino le recibió con aplausos y gritos de "¡Antonio, Antonio!" o "¡Guapo!".
Banderas también plasmó sus manos en uno de los cuadros que se subastarán con fines benéficos.
