El "número dos" del Ejército podría ser el nuevo oficial a cargo de las tropas estadounidenses en Irak.
25 de mayo de 2004.
Washington, (EFE).- El anuncio del relevo del jefe de las tropas de EEUU en Irak, general Ricardo Sánchez, coincide con el intento del presidente George W. Bush de lograr apoyo interno y externo a su plan para el país árabe.
En un aparente intento de mejorar la imagen tras el escándalo de los malos tratos a prisioneros en cárceles en Irak, el general Sánchez sería relevado durante el verano boreal por el "número dos" del Ejército, el general de cuatro estrellas George Casey, aunque la decisión no es aún definitiva, dijeron fuentes militares.
Además, el Ejército suspendió a la general Janis Karpinski, jefa de la Brigada 800 de la Policía Militar, que estuvo a cargo de 16 centros de detención en Irak cuando se registraron las torturas a los prisioneros.
Tanto ella como Sánchez fueron asociados con las torturas y malos tratos a prisioneros iraquíes.
Sin embargo, el Gobierno de EEUU defiende la labor de Sánchez.
"Rick Sánchez ha hecho un trabajo fabuloso. Ha estado allí mucho tiempo. Su servicio ha sido ejemplar", afirmó hoy Bush en la Casa Blanca.
El Pentágono, que aún no ha confirmado oficialmente la llegada de Casey, aseguró que el relevo de Sánchez es normal, ya que asumió el mando en Irak en mayo del año pasado.
"Esto no tiene nada que ver con Abu Ghraib", dijeron fuentes militares, en referencia a la cárcel de las afueras de Bagdad donde ocurrieron muchos de los abusos a prisioneros.
Sin embargo, Jennifer Kibbe, analista de Defensa en Brookings Institution, un centro de estudios políticos de Washington, destacó a EFE que "el momento elegido parece muy sospechoso".
"Por mucho que el gobierno insista en que quiere a alguien de más rango en Irak, me sorprendería mucho que no haya ninguna relación" entre los abusos y el relevo, añadió.
En Bagdad, el general Mark Kimmitt, portavoz militar, declaró hoy que "siempre hemos esperado que el general Sánchez se fuera después del traspaso de soberanía" del 30 de junio.
Sin embargo, fuentes militares aseguran que Sánchez -de origen mexicano- no conseguirá el puesto que parecía tener asegurado en la estructura del Pentágono: la jefatura del Mando Sur, responsable de las operaciones en el continente americano al sur de Estados Unidos.
Sánchez, un general de tres estrellas, necesitaría la confirmación del Senado para un ascenso, lo que podría generar preguntas incómodas tras el escándalo de las cárceles iraquíes.
El general ya compareció ante el Comité de Fuerzas Armadas del Senado la semana pasada, donde asumió su responsabilidad por las torturas y malos tratos, ya que se produjeron bajo su mando, aunque negó haber tenido conocimiento de que hubieran tenido lugar.
Testimonios de algunos de los soldados implicados en los hechos indican que Sánchez tenía conocimiento de lo ocurrido, y que incluso habría asistido a las prisiones, lo que ha sido negado por el Pentágono.
El general Casey tiene la máxima graduación dentro del Ejército, y en el Pentágono indican que el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, quería alguien con ese nivel jerárquico para Irak.
Otro factor que puede haber influido de forma negativa en Sánchez es la continuación del alto nivel de violencia en Irak, donde el levantamiento de abril pasado de las milicias del clérigo radical chií Muqtada al Sadr, en el sur, se unió a la habitual acción de los insurgentes en el centro y norte del país.
Más claro es el caso de Karpinski. Una portavoz del Ejército, teniente coronel Pamela Hart, dijo que la general fue transferida a otra unidad de la reserva militar, y que otro oficial asumirá provisionalmente el mando a su cargo.
En declaraciones al diario "The Washington Post", Karpinski calificó su suspensión como una "injusticia" y dijo que el Ejército "trata de que se vea que todos los oficiales que estuvieron en Abu Ghraib fueron suspendidos".
"Acciones como ésta me confirman que soy un chivo expiatorio, y que se usará a la Brigada 800 como la unidad responsable de los abusos", afirmó a la cadena de televisión MSNBC.