La Procuraduría de Justicia dio a conocer las declaraciones de uno de los agentes de la Policía Municipal del Mezquital y elementos ministeriales, así como de familiares de los hoy occisos, ratificando que la gresca inició cuando los facinerosos arrebataron las armas a los agentes, tratando de impedir el arresto de Avelino, sujeto que era buscado por robo.
Asimismo, apareció el agente preventivo Francisco Mendía de la Cruz, quien luego de escapar de la turba permaneció escondido por 48 horas dentro de una cueva, hasta que a pie llegó a la carretera y se trasladó a la Comandancia el miércoles por la tarde, dando testimonio de los acontecimientos.
Como en su oportunidad lo dio a conocer El Siglo de Durango, fue la noche del lunes pasado, en el poblado El Chapulín, que se encuentra en la zona indígena del Mezquital, cuando seis agentes (cuatro ministeriales y dos preventivos) trataron de arrestar al supuesto ladrón, Avelino Flores de la Cruz, el cual falleció en el tiroteo, al igual que Tranquilino Reyes Nolasco, cuando los pobladores trataron de rescatar al primero.
Fue en el transcurso del miércoles 23 de junio que José Isabel Santana Santillán, preventivo lesionado de un disparo en el pie, dio su versión de los hechos al señalar que con sus armas y las de su compañero, Francisco Mendía de la Cruz, los facinerosos atacaron la camioneta de la Ministerial, al mismo tiempo que lo golpeaban con puños y botellas.
Alicia Reyes Nolasco, de 26 años, hermana de Tranquilino, comentó cómo a lo lejos vio a su tío Avelino forcejear sobre la camioneta con un policía de ropa negra. Posteriormente escuchó el disparo y vio cómo caía su pariente. Minutos después observó cómo dos agentes más, (preventivos) eran agredidos por la turba, al mismo tiempo que les arrebataban las armas y comenzaban a disparar.
Herminia Reyes Soto, de 14 años, sobrina de Tranquilino, ratificó la forma en que sucedió el ataque, señalando que también estaba un hombre a caballo disparando hacia la camioneta, que al menos presentó ocho impactos.
Finalmente, el agente que se creía desaparecido llegó por su propio pie a la Comandancia de la Ministerial, señalando que entre la confusión de la balacera fue perseguido por tres sujetos y, temeroso de su vida, tuvo que refugiarse en una cueva donde permaneció por más de 24 horas, y fue después de varias horas de caminar por la sierra que llegó a la carretera, donde un camión lo trasladó hasta la cabecera.