Praga, (EFE).- Un grupo de astrónomos checos ha desarrollado una nueva teoría sobre las pirámides, según la cual las mismas y otros edificios precolombinos no fueron construidos de conformidad con los puntos cardinales, sino siguiendo los polos magnéticos de la Tierra.
Los investigadores Jaroslav Klokocnik y Fratisek Vitek han desarrollado esta teoría tras efectuar investigaciones en la zona maya de la península de Yucatán, contando con el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia y la Comisión Nacional para la Ciencia y Tecnología (ambos mexicanos).
En sus estudios de medición de las pirámides y edificios prehispánicos, iniciados en el año 2003, los científicos llegaron a la conclusión de que su construcción varía y va cambiando.
"De sustentarse esta teoría, querría decir que la civilización maya ya conocía la brújula, con anterioridad al uso de este instrumento en China", según señalaron a EFE fuentes de la embajada de México en Praga.
"Ello abriría también la posibilidad a que las poblaciones mexicanas hayan tenido la capacidad de navegación", añadieron las fuentes.
Así, la teoría plantea además la hipótesis de la existencia de actividad marítima en esas civilizaciones, en los océanos Atlántico y Pacífico.
Una tercera línea relevante de investigación tendría que ver con el estudio del calendario maya, que está relacionado asimismo con los puntos cardinales.
"Con esta teoría, los mayas no desaparecen en el siglo IX del calendario gregoriano, sino que durarían más tiempo", explicaron las citadas fuentes.
La secretaría de Relaciones Exteriores de México inaugura en el Planetario de Praga una exposición de los astrónomos checos, que estará abierta hasta el 25 de noviembre, bajo el título "El idioma de las estrellas de las antiguas civilizaciones mexicanas".
Ahí se muestran los hallazgos de estos estudios arqueológicos, cuyas civilizaciones llegaron "a cumbres asombrosas", y habrá un recorrido visual por diversos puntos de interés, como son las localidades de Teotihuacán, Monte Albán, Mitla, Palenque, Uxmal, Labná, Dzibilchaltún, Chichén Itzá, Cobá y Tulum, entre otros lugares.
Los avances en el arte, arquitectura, ciencia y la producción intelectual de las diversas culturas del México prehispánico "las colocaron en la vanguardia del conocimiento, comparable al desarrollado en Asia, Medio Oriente o Europa", precisó el embajador mexicano en Praga, Federico Salas.
Esas investigaciones ponen asimismo de relieve la creciente colaboración entre el país azteca y el eslavo, apostilló el diplomático mexicano.