Chichén Itzá (México), (EFE).- Unas siete mil personas acudieron puntuales a la llegada del equinoccio de otoño y celebraron "el arribo del dios Kukulkán" en la famosa representación de luz y sombra en la milenaria zona arqueológica de Yucatán.
Las zonas arqueológicas mayas visitadas fueron las de Chichén Itzá, Dzibilchatún, Uxmal y Zayil, comunidades en donde se representa de diferentes maneras la presencia del equinoccio de otoño, una de las dos fechas del año en que el día y la noche tienen la misma duración.
Jorge Luis Magaña, antropólogo y guía de turistas, dijo a EFE que "la presencia de turistas nacionales y extranjeros ha permitido establecer la importancia que tiene este ritual, en donde se hace la personificación del dios Kukulkán (Serpiente emplumada) que viene del cielo para traer la gracia y los dones para los mayas".
Esta personificación, agregó el entrevistado, si bien se ha vuelto un espectáculo y estilizado en sus preceptos, representó uno de los más altos rituales de los mayas.
Con la presencia y aparición del Kukulkán se establecía el calendario de siembras, las condiciones para ir a una guerra, la posibilidad de emigrar hacia nuevos puntos, la construcción de nuevos centros ceremoniales y decenas de cuentas y datos que se establecen en las estelas esculpidas por los mayas.
"Kukulkán, personalidad que marcó la vida de los mayas y que según se establece arribó a la zona peninsular -de Yucatán- el año 862 de nuestra era, estableció el mecanismo de nuevos y promisorios tiempos para esta cultura", comentó el especialista.
La representación de luz y sombra que se realiza en el famoso "Castillo de Chichén Itzá" consiste en la formación de nueve triángulos equiláteros sobre la escalinata norte de esta construcción y que termina en una cabeza de serpiente en la base de la pirámide.
Por su parte, Alfredo Barrera, catedrático de la Facultad de Antropología de la Universidad de Yucatán, señaló que la presencia de estos fenómenos de luz y sombra no solamente ocurren en Chichén Itzá, ya que los mayas lograron establecer un seguimiento astronómico de Venus, del Sol y la Luna en sus diferentes centros ceremoniales.
Este fenómeno natural se aprecia también en Dzibichaltún, zona arqueológica localizada a unos 18 kilómetros al norte de la ciudad de Mérida, en donde el paso del sol por el edificio de "las 7 Muñecas" marca una impresionante iluminación de su interior.
Además de los miles de visitantes, científicos de la agencia espacial estadounidense NASA han asistido con instrumentos de alta tecnología para medir la precisión ya no sólo de los emplazamientos y las construcciones, sino de la hora en la que ocurre este fenómeno astronómico, concluyó el catedrático.