El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó hoy una resolución, que busca establecer medidas prácticas contra individuos y organizaciones vinculados al terrorismo internacional.
08 de octubre 2004.
Naciones Unidas, (EFE).- El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó hoy por unanimidad una resolución que buscar reforzar la campaña antiterrorista con medidas más contundentes para extraditar y procesar a sospechosos de terrorismo.
La resolución, que fue presentada por Rusia y co-patrocinada por otros siete países, entre ellos España, establece la creación de un grupo de trabajo para que haga recomendaciones sobre cómo reforzar los mecanismos en la lucha contra el terrorismo a nivel mundial.
Este equipo deberá estudiar medidas prácticas contra individuos y organizaciones vinculados al terrorismo internacional, que no formen parte de entidades y grupos vinculados a Al Qaeda y los talibán.
De estos últimos grupos se encarga un comité de sanciones específico conocido como comité 1267, que se creó en 1999 y que impone medidas como la congelación de activos, embargo de armas y prohibición de viajar de miembros de Al Qaeda y los talibán.
Otro mecanismo que deberá estudiar el grupo de trabajo que se establecerá es la viabilidad de crear una lista de sospechosos de terrorismo a nivel mundial a quienes se le impongan sanciones.
También deberá analizar la creación de un fondo para las víctimas y familiares de atentados, que se podría financiar con contribuciones voluntarias o con bienes confiscados a grupos o entidades terroristas.
La resolución también hace un llamamiento a los Estados para que nieguen el refugio, acelere la extradición y se lleve ante la justicia a cualquier persona que apoye o participe en la financiación y planificación de atentados terroristas.
También se insta a los países a prevenir y castigar los "actos criminales, inclusive contra civiles, cometidos con la intención de causar la muerte o herir o tomar rehenes con el propósito de provocar un estado de terror en la población en general o a un grupo de personas o individuos".
Asimismo, expresa que ninguno de estos actos es justificable por motivaciones de índole "política, filosofía, ideología, raza, religión u otra naturaleza similar".
El embajador ruso ante la ONU, Andrei Denisov, mostró su satisfacción por el consenso alcanzado en el Consejo de Seguridad en la búsqueda de una estrategia de acción global contra el terrorismo.
"El terrorismo va más allá de Al Qaeda y los talibán", declaró Denisov, quien recordó los últimos atentados en Pakistán y Egipto, así como los perpetrados en su propio país el pasado mes.
Reconoció que la elaboración de una lista será una tarea "compleja" por cuestiones legales, pero que podría dar un impulso al Comité Contra el Terrorismo (CTC), que se creó poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
Argelia y Pakistán, los dos países islámicos en el Consejo, mostraron hasta el último momento reticencias al documento debido a que el lenguaje del texto desdibujaba la línea entre terrorismo y la lucha "legítima" por la libre determinación de los pueblos o contra ocupaciones extranjeras.
Después de un proceso de enmiendas de última hora para rectificar algunos problemas legales que presentaba el texto, estos países aceptaron la resolución y votaron a favor.
Tras la votación, el embajador de Pakistán, Munir Akram, afirmó que "la resolución reafirma el imperativo de combatir el terrorismo en acuerdo con el derecho internacional y la Carta de la ONU".
El respeto a la legalidad internacional es uno de los puntos que enfatizó el embajador de España, Juan Antonio Yañez-Barnuevo, cuyo país patrocinó la resolución, y que mostró su gratificación por la unanimidad obtenida.