El mandatario será el primero que durante su ejercicio de testimonio a una comisión de investigación del Parlamento.
05 de octubre 2004.
Madrid, (EFE).- La comisión parlamentaria que investiga los atentados del 11 de marzo en Madrid acordó hoy la comparecencia del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aunque no ha fijado la fecha en que se producirá su declaración.
La comparecencia de Rodríguez Zapatero fue aprobada con los votos de tres de las principales formaciones políticas que integran la comisión, el gobernante Partido Socialista (PSOE), el conservador Partido Popular (PP), principal de la oposición, y la coalición Izquierda Unida (IU).
Otras formaciones minoritarias como los nacionalistas vascos del PNV y catalanes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) se mostraron en contra de esta comparecencia, que había sido solicitada formalmente en el Parlamento por el PP.
La fecha de la declaración de Rodríguez Zapatero se fijará en función de la agenda del presidente del Ejecutivo, al igual que la de su antecesor en el cargo, José María Aznar, explicó hoy Paulino Rivero, presidente de la comisión.
Rivero señaló, sin embargo, que espera que entre el 16 y 17 de noviembre próximo estén cerradas todas las comparecencias ante este órgano parlamentario.
Rodríguez Zapatero expresó el lunes su deseo de comparecer ante la comisión parlamentaria para tratar de contribuir a esclarecer las causas de los atentados y colaborar en la adopción de medidas para evitar que vuelvan a ocurrir sucesos como ese.
El PP pidió el pasado 17 de septiembre esta declaración después de que los comisionados acordaran catorce nuevas comparecencias, entre ellas, la de José María Aznar, quien encabezaba el Ejecutivo en el momento de los ataques terroristas.
El órgano parlamentario, que inició sus trabajos antes del verano y los continuará en las próximas semanas, acumula más de cien horas de sesiones en las que se incluyen los testimonios de 38 comparecientes.
Los atentados del 11 de marzo contra cuatro trenes en Madrid, que han sido atribuidos a integristas islámicos, causaron la muerte de 192 personas y casi dos mil heridos.