Urge a Durango un proyecto de visión a corto, mediano y largo plazos
Desde la década de los años 70 y 80, hasta la fecha, los esfuerzos por planear el desarrollo de Durango se han quedado guardados en los archivos de las dependencias gubernamentales, criticó el sector de los profesionistas.
El Colegio de Arquitectos del Valle del Guadiana manifestó la urgencia de que lo antes posible Durango cuente con un proyecto de visión a corto, mediano y largo plazos, a fin de que se erradique la triste realidad de cada trienio, de cada sexenio: los gobiernos sólo dan ?palos de ciego? en cuanto al desarrollo de la entidad.
Alfonso Peña Contreras, líder del organismo en referencia, señaló que no se puede aspirar al desarrollo armónico cuando las autoridades no invierten en las instancias de planeación, como es el caso de Durango Proyección XXI, por citar un ejemplo, el cual recibe de presupuesto ?algunos 100 pesos al mes?, dijo Peña, en tono de ironía crítica.
El profesionista dejó claro que la obligación de planear el desarrollo sustentable de la localidad es de las autoridades.
Aun así, reconoció que los nuevos tiempos reclaman la participación directa de la sociedad organizada, ?pues se ha demostrado que es incapaz el sector público para hacer frente a la solución de los problemas entre y de la población en este sentido?.
Recordó que en el sexenio presidencial de José López Portillo se hizo un esfuerzo por planificar el desarrollo a nivel nacional, por entidades y ciudades; pero en Durango, como en otras partes del país, los planes y proyectos que se hicieron se quedaron archivados en un 99 por ciento, criticó.
El vocero de los arquitectos del Valle del Guadiana condenó que los gobiernos actúen ?dando palos de ciegos?, puesto que no se apoyan en estudios de proyección a futuro que encaminen los esfuerzos de cada administración hacia un mismo sentido de desarrollo.
Cuestionado acerca de por qué en Durango no se logra realizar un proyecto de desarrollo y gran visión a corto, mediano y largo plazos, y que se instituya con carácter de ley rectora en tal sentido, el arquitecto Peña Contreras señaló que hacer los estudios y los planes a detalle son costosos, ?y los organismos que los elaboran o financian no pueden trabajar con las uñas?.
?Yo te aseguro que se gastan más en las campañas y en el financiamiento a los partidos políticos, que en el fortalecimiento de los organismos de planeación de la ciudad y del estado de Durango. Por eso, mientras la planificación del desarrollo no se utilice como una herramienta de los gobiernos, todo seguirá siendo letra muerta. ¿¡Para qué nos hacemos tondos!??, acotó el entrevistado.
Pero, sobre todo, el también dirigente de la Federación de Colegios de Profesionistas de Durango sostuvo que mientras se siga manejando la obra y los esfuerzos gubernamentales con un trasfondo político y social ?de última hora?, seguirá prevaleciendo el mismo escenario de crecimiento incierto.
Sin solución grandes problemas
El documento Plan Estratégico de la Ciudad de Durango reconoce que esta localidad lleva años tratando, sin éxito, de solucionar sus grandes problemas.
Algunos de los conflictos que enfrenta tienen que ver con un desarrollo económico precario, lo cual provoca desempleo.
También hay graves deficiencias y carencias en los servicios urbanos y desigualdad social; asentamientos irregulares, infraestructura urbana insuficiente, imagen urbana poco atractiva, identidad poco definida y una escasa e inadecuada participación social.
La urgencia de diversos sectores de la sociedad a crear un instrumento para la planeación del desarrollo local ha llevado a distintas administraciones a hacer intentos como Durango Proyección XXI, Durango 20-20, Durango 20-25, entre otros. Ninguno, hasta la fecha, ha sido tomado como el sentido del rumbo que debe dársele a la localidad.
INCONGRUENCIA
Toleran invasiones del PRI
El Gobierno ha dejado de instrumentar programas que contribuyan al crecimiento ordenado de la ciudad, y en cambio, tolera las invasiones que últimamente ha hecho el Partido Revolucionario Institucional.
Así lo señaló ayer Gustavo Pedro Cortez, dirigente fundador del Partido del Trabajo, que surgió de las bases del Comité de Defensa Popular ?Francisco Villa?, mejor conocido como CDP en los años setentas y ochentas.
Para el petista el Gobierno ha dejado de vigilar el crecimiento de la ciudad, y contrariamente lo que pudiera pensarse, éste es el que ha provocado el desorden a través de sus organismos como el PRI.
Dijo que las últimas invasiones, promovidas por el PRI, no tienen nada que ver con el Plan Rector o Código Urbano que es el que norma el crecimiento de la ciudad. Además, agregó, solamente ponen en evidencia la conducta de tolerancia de la autoridad y por otro lado la falta de programas que establezcan el crecimiento ordenado.
De antemano, afirmó que la capital requiere de reservas territoriales, programas para reorientar su crecimiento, y que mientras no existe ni uno ni otro, la gente se va a asentar donde pueda y cuando pueda.
Destacó que la demanda de vivienda sigue siendo alta, porque existe todavía un número importante de ciudadanos que no tiene dónde vivir, y si no hay programas se van a seguir asentando donde puedan.
Al recordar el pasado y las invasiones cedepistas, que en total produjeron unas 25 colonias nuevas e irregulares, desde los inicios de los setentas en esta ciudad, Gustavo Pedro Cortez señaló que lo ocurrido fueron circunstancias que obedecieron a esos momentos.
Dijo que en aquellos años había una cantidad importante de ciudadanos sin un lugar donde vivir, de tal suerte que el CDP jugó un papel importante, porque ahora miles de duranguenses tienen un pedazo de tierra.
Además, agregó, se resolvió un grave problema social como era la falta de vivienda, a diferencia de las invasiones que ahora hace el PRI que son sólo negocios de familias.
?Pensamos que el Estado y las instituciones deben instrumentar programas que ordenen el crecimiento; tiene la obligación, hay programas federales, tienen recursos, pero lo que falta es Gobierno?, enfatizó.