Sexagenario se queda dormido con un cigarrillo prendido en la mano.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Completamente calcinado quedó el cuerpo de Ángel Padilla Padilla, quien se durmió con un cigarrillo encendido y éste ocasionó un feroz incendio que consumió todo lo que había en el interior de su humilde y reducida habitación de la colonia Nuevo México.
Con 65 años de edad, domiciliado en avenida Gustavo A. Madero No. 1011 del citado sector habitacional, Ángel pernoctaba en pequeño cuarto de aproximadamente 1.5 por dos metros, en la finca propiedad de su hermana Oralia Padilla Padilla, de 60 año de edad.
Todo ocurrió en horas de la madrugada cuando los moradores de la casa habitación se hallaban dormidos. Unos en la parte superior y el sexagenario en la inferior, hasta el fondo de la vivienda.
A eso de las dos de la madrugada, Oralia se despertó sobresaltada luego que escuchó fuertes toquidos a la puerta, por lo que angustiada acudió a abrir para saber qué sucedía.
Al bajar las escaleras se percató que una densa humareda inundaba todo el inmueble, notando después que provenía del cuarto de su hermano, que sufría las secuelas de dos embolias que tuvo en el lapso de un año, mismas que le afectaron el habla y el caminar.
Tras abrir la puerta de la entrada, resultó ser un vecino quien tocaba para avisarle del incendio, por lo que solicitaron la presencia de los bomberos al Servicio de Emergencia 060, que llegaron al lugar en cuestión de minutos así como socorristas de la Cruz Roja y elementos de Seguridad Pública.
De la hornaza en que se convirtió la habitación de Ángel, salían grandes llamaradas que alcanzaron el techo y paredes de la finca, por lo que los tragahumo tuvieron que emplearse a fondo para combatir el siniestro, lográndolo poco después, pero demasiado tarde para quien dormía en el lugar.
El cuerpo de la infortunada víctima quedó totalmente calcinado, incluso en algunos segmentos de sus miembros superiores se pudo observar el hueso, luego de haber estado expuesto al intenso calor, por lo que el Ministerio Público ordenó su trasladado al anfiteatro donde se le haría un reconocimiento cadavérico para enseguida entregarlo a sus familiares que le darían sepultura.
FUMADOR
Familiares de Ángel Padilla Padilla, manifestaron al personal de la representación social que era un fumador empedernido, pese a que lo tenía prohibido por parte del médico.
La razón era que padecía de hipertensión arterial y además ya había sufrido dos embolias el año anterior, dejándole secuelas en el habla y el caminar, pues requería de un andador para ello.
Anteriormente ocasinó otros conatos de incendio, precisamente por quedarse dormido con el cigarrillo en la boca.
El fuego fue intenso, debido a que el material del colchón era del conocido como hule espuma.
