Una ardilla roja en el bosque de Wallington (Reino Unido), roe un fruto seco cerca de Ponteland, donde la ecologista de la zona Penny Hewitt, de 50 años, ha colocado señales de aviso para alertar a los conductores de coches de la existencia de ardillas originarias del área de Darrass Hall.
Estas ardillas, amenazadas por un número creciente de ardillas grises, buscan comida en los grandes jardines de Ponteland, pero muchas mueren a causa de los conductores de coches.