El PAÍS
ATENAS, GRECIA.- “Las autoridades griegas tienen la responsabilidad absoluta sobre la seguridad durante los Juegos Olímpicos”. Por enésima vez en los últimos meses, el ministro de Orden Público de Grecia, Giorgos Boulgarakis, se vio obligado ayer a salir de nuevo a la palestra para desmentir una información publicada por el New York Times, de acuerdo a la cual 400 comandos estadounidenses aterrizarán en Atenas para proteger a su delegación durante los próximos Juegos Olímpicos.
En su edición de ayer, el rotativo neoyorquino asegura que las autoridades griegas han cedido a la presión ejercida por Estados Unidos y finalmente, permitirán que 400 miembros de los cuerpos especiales estadounidenses comparezcan en la capital griega armados.
La historia no es nueva. Hace meses que los medios de comunicación de Estados Unidos e Inglaterra aseguran que las delegaciones de sus países contarán con una protección especial armada. Y la respuesta por parte de las autoridades griegas, que ya han destinado mil 200 millones de euros a la seguridad, es también siempre la misma: no existe tal posibilidad.
“La seguridad de las delegaciones de atletas correrá a cargo exclusivamente de las autoridades griegas”, insistió ayer Boulgarakis de forma mecánica. Lo ha repetido tantas veces, por activa y por pasiva, que sus palabras corren el riesgo de perder todo valor. “Me es imposible seguir diariamente los rumores que salen de diferentes ciclos que, por lo que parece, a medida que se acercan los Juegos, se multiplican”, añadió resignado.
En su ayuda, salió el ministro de Defensa Spilios Spiliotópoulos, para apostillar: “No vendrán soldados armados”. Para argumentar su postura, las autoridades helénicas no se cansan de recordar que la constitución griega prohíbe la presencia de fuerzas armadas extranjeras en todo el territorio. Una norma que no es extensible a los jefes de Estado y de Gobierno que, por el principio de reprocidad, tienen derecho a escolta privada armada, a nivel internacional, desde 1993.
El New York Times, sin embargo, insiste en que no sólo Estados Unidos gozará de esta protección especial: Israel y Reino Unido también contarán con fuerzas armadas y otras 24 delegaciones más se presentarán en Atenas con personal de protección especial. El rotativo estadounidense puntualiza que, siendo esta información un hecho, las autoridades griegas nunca se avendrán a admitirlo oficialmente.
Quizá porque el embajador de Estados Unidos en Atenas es el primero en negar tal extremo. “La cuestión de la seguridad es considerada por el Gobierno americano como una responsabilidad griega. Para cualquier cosa que se refiera a soldados, fuerzas navales o radares tienen que dirigirse a la OTAN”, señaló Tomas Miler, repitiendo el discurso que mantiene desde que se publicaron las primeras informaciones al respecto. Un discurso que, sin embargo, encierra la palabra clave: OTAN.
Según han señalado fuentes de las autoridades españolas, Estados Unidos aprovechará el paraguas de esta organización militar para asegurarse la presencia de sus fuerzas armadas en Grecia. Aproximadamente, el 70 por ciento del personal que la OTAN aportará para la protección de los Juegos provendrá de Estados Unidos y está previsto que se despliegue en la antigua base militar de Elefsina, muy cercana al puerto ateniense del Pireo.
Como ya sucedió en la Eurocopa de Portugal o, en menor medida en la boda del príncipe Felipe, la organización militar aportará cuatro aviones Awacks, a los que se sumarán una flota naval y el batallón checo especial. Compuesto por unos 120 soldados, el batallón checo, también conocido bajo las siglas NBQ, es especialista en ataques de tipo nuclear, químico y biológico. La flota naval es la misma que habitualmente opera en Sicilia para vigilancia del Mediterráneo y que, con motivo de los Juegos, se trasladará al sur del Pireo para dar cobertura a la zona del Peloponeso.
