29 de enero de 2004.
Ciudad del Vaticano, (EFE).- El Vaticano exigió hoy que bajen los precios de las medicinas contra el sida y animó a la opinión pública a que presione a los laboratorios farmacéuticos para lograr ese objetivo.
"En el mundo hay más de dos millones y medio de niños enfermos de sida y mueren porque no tienen acceso al tratamiento. Es necesario hacer una presión pública para convencer a los laboratorios de que bajen los precios", afirmó hoy en el Vaticano el arzobispo Paul Josef Corde, presidente del Consejo Pontificio "Cor Unum".
Cordes hizo estas manifestaciones durante la presentación del mensaje del Papa para la Cuaresma 2004, que este año está dedicada a los niños que sufren.
Tras asegurar que los niños no merecen sufrir, Cordes resaltó que una de las causas de muerte de los pequeños es el sida. El arzobispo, que dijo emplear palabras "duras", agregó que esos niños "llevan ya en sí la semilla de la muerte, que oscurece sus días y acaba con su sonrisa".
El jesuita estadounidense Angelo D'Agostino, fundador de un hospital para niños en Kenia, presente también hoy en el Vaticano, resaltó la entrega de medicación gratis contra el sida hecha por el Gobierno de Brasil.
