El padre de Berg cree que Al Qaeda intentó negociar la libertad del chico a cambio de otra persona presa.
13 de mayo de 2004
Washington, EU (EFE).-Los restos mortales de Nicholas Berg, el joven estadounidense decapitado en Irak, llegaron este jueves a Estados Unidos, anunció el departamento de Estado, la víspera de los funerales que preparaba su familia en una sinagoga cerca de West Chester, en Pensilvania (este).
"Los restos de Berg fueron enviados a Estados Unidos, llegaron esta mañana", declaró el portavoz del departamento de Estado, Richard Boucher.
Boucher precisó que las autoridades norteamericanas le habían aconsejado abandonar Irak poco antes de su desaparición. "Intentamos ayudar a Berg cuando se dirigió a nosotros", destacó.
"Su familia nos contactó algunos días más tarde y le dijimos esto mismo cuando nos habló el 13 de abril. Desde esa fecha, estuvimos regularmente en contacto con la familia", agregó el portavoz.
El padre de Nicholas Berg cuestionó al Ejército estadounidense por la desaparición de su hijo, quien estuvo detenido por la Policía iraquí entre el 25 de marzo y el 8 de abril.
El general Carter Ham, comandante del Grupo de Tareas Olympia, en Mosul, dijo el jueves que Berg había sido detenido sin documentos de identidad el 25 de marzo por la policía iraquí, y que el FBI le había pedido entonces "que lo mantuviera hasta que fuera identificado".
Culpa a Bush y Rumsfeld
El padre del contratista estadounidense Nick Berg, decapitado en Irak, culpó hoy del asesinato de su hijo al presidente de EU, George W. Bush, y al jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld.
En una entrevista con la radio KYW-AM, en West Chester (Pensilvania), Michael Berg dijo que "esta Administración hizo eso" -el asesinato de su hijo-, ocurrido a manos de la resistencia iraquí en venganza por los maltratos a prisioneros en el penal de Abu Gharib por parte de militares estadounidenses.
Visiblemente enfadado, Berg pidió a Bush que revele la verdad acerca de si la red terrorista Al Qaeda intentó negociar la liberación de su hijo, de 26 años, a cambio de otra persona detenida en Irak.
También sostuvo que su hijo "probablemente" mantuvo un pensamiento positivo, "aún de sus captores", hasta el último minuto de su vida.
"Estoy seguro de que él (Nick), sólo vio lo positivo de sus captores hasta el último segundo de su vida", resaltó, tras asegurar que "ellos no supieron lo que hacían".
El padre de la víctima también tuvo duros calificativos para Bush por la invasión en Irak y para quienes dieron su respaldo a la llamada "Ley Patriota" contra el terrorismo, la cual incrementó los poderes de vigilancia del Gobierno federal estadounidense.
Describió esa ley como "un golpe de Estado", e indicó que EU no es ahora el mismo país donde él creció.
Michael Berg respondió con ira a algunos comentarios formulados en días recientes por el Gobierno de Washington sobre el caso de su hijo.
Explicó que Nick fue interrogado hace casi un año por agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), sobre supuestos contactos con un hombre vigilado por esa institución policial bajos sospechas de terrorismo.
Por otro lado, manifestó que puede probar que Nick estuvo en Irak bajo la custodia de militares estadounidenses, y que envió un mensaje electrónico sobre ese hecho al Departamento de Estado.
Michael declaró que la tardanza de los militares de EU en dejar en libertad a su hijo contribuyó a su muerte, puesto que éste tenía listo un billete aéreo para abandonar Irak el 30 de marzo, a fin de contraer matrimonio en la ciudad de West Chester.