EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La investigación del Fiscal Especial concluyó. Fueron 21 meses de labor. Hay nuevas pruebas en el caso Carlitos. Se refuerza la existencia de una red de pornografía infantil. El Ministerio Público solicitará al juez otra orden de aprehensión.
Juan García Chapa, fiscal especial para el esclarecimiento del homicidio del niño Carlos Armando Muñoz Valdez, designado por el procurador, Óscar Calderón Sánchez, a quien entregó un informe pormenorizado de la indagatoria efectuada en varias partes del mundo, dijo que se reintegra como supervisor de la Policía Ministerial.
A los cinco años y dos meses de que fuera encontrado el cuerpo sin vida del menor de 12 años de edad, se cuenta con nuevos elementos de prueba en contra del principal sospechoso, por lo que se espera que el Ministerio Público las integre en una averiguación y una vez consignada, el juez penal otorgue la orden de aprehensión correspondiente, dijo García Chapa.
Reconoce que fue una ardua labor y de sus resultados ya tiene conocimiento el procurador, que confía que esto lleve al esclarecimiento de la muerte del niño Carlitos, señaló.
El funcionario policíaco manifestó que durante la investigación realizada a lo largo de un año y nueve meses, se pudo reafirmar la existencia de una importante red de pornografía infantil, cuyos integrantes intercambian material audio visual consistente en videos, fotografías, con fotos de infantes desnudos o bien practicando la pedofilia.
Aseveró que en el citado grupo de pervertidos están numerosas personalidades de la sociedad e incluso la política de la región.
Respecto a si con la orden de aprehensión que se otorgara contra el principal sospechoso de la muerte del niño Carlitos también se incluiría a alguien de la citada red de pornografía infantil, esto, respondió, sólo si el Ministerio Público y el juez consideren que esté directamente relacionado con la indagatoria.
El crimen
El día de su asesinato, dos de enero de 1999, el pequeño Carlos Armando Muñoz Valdez, de 12 años de edad, luego de haber comido una quesadilla con aguacate que su padre le preparó, salió de su domicilio de la colonia Granjas San Isidro. Eran las 13:00 horas.
Se dirigió a un negocio de computadoras ubicado en la colonia San Isidro, propiedad de Enrique Busquets Casanova y desde entonces, ya no volvieron a saber de él.
Fue hasta las 23:00 horas del mismo día cuando una pareja de enamorados reportaron el hallazgo de un cuerpo sin vida en un terreno al lado de la escuela de enfermería María Esther Zuno de Echeverría, sito en calle Cuautitlán y calzada Ávila Camacho.
Se trataba del niño Carlitos, que entonces las autoridades dijeron que murió de asfixia por ahorcamiento.
Siete días después, se detuvo a un sujeto de nombre José Alfredo García Cervantes, alias “El Greñas”, contra quien se ordenó arraigo que se prorrogó en dos ocasiones, pero luego con la intervención de la Comisión de Derechos Humanos y al no coincidir algunas constancias, fue dejado en libertad. Esta situación fue considerada por mucha gente como uno de los peores fracasos de la Procuraduría General de Justicia en el Estado, entonces encabezada por Ricardo Cisneros Hernández.