Es el segundo despojo en dos semanas
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Regresaron los salteadores de caminos. Los saqueos que hace cuatro o cinco años estaban a la orden del día y de los que fueron objeto personas que se dedican al comercio de ropa y otros artículos que adquirían en Moroleón, están volviendo a ocurrir, pues en tan sólo dos semanas se han registrado dos. El último fue la noche del martes 27 de julio del año en curso, donde el botín fue de 200 mil pesos, aproximadamente.
Lo anterior fue dado a conocer por Olivia Castellanos Cerda y Marisol Rodríguez Mota, dos de las 40 víctimas de los asaltantes que abordaron uno de los camiones que recorren la ruta Torreón-Moroleón semana a semana.
Las afectadas manifestaron que para colmo de males las autoridades policíacas lejos de fomentar la cultura de la denuncia, prácticamente los desaniman a fin de que no la interpongan, lo que se les hace sumamente sospechoso, sobre todo si en 15 días ya se han registrado dos asaltos en la misma ruta, aunque con diferentes líneas de camiones.
El viaje
Como ya es costumbre, la unidad de pasajeros de la línea Gon-San, salió de la terminal que tiene en San Pedro, Coahuila, con rumbo a esta ciudad, donde recogió a los pasajeros que habían contratado el viaje redondo hacia Moroleón, donde comprarían artículos diversos para surtir su negocio. Para ello, los recogió, como siempre, en la Plaza de Armas.
Tras acomodar las maletas que llevaban, con las que regresarían llenas de artículos, el camión se dirigió a Gómez Palacio, Dgo., donde también levantaría más pasajeros y posteriormente a Lerdo, donde abordaron dos ?comerciantes? más.
Una vez hecho esto, la unidad enfiló por la carretera libre rumbo a Zacatecas, sin ningún incidente.
El robo
Fue aproximadamente a las 23 horas del martes 27 de julio, luego que pasaron por Juan Aldama y estaban por arribar a Río Grande, Zacatecas, cuando dos sujetos, los que subieron en Lerdo, se levantaron de sus asientos y sin más, uno de ellos amagó con un picahielo al chofer.
Mientras esto sucedía, el otro sacó de entre sus ropas una pistola pequeña tipo escuadra con la que apuntó a los pasajeros y con palabras altisonantes los obligó a pasarse a la parte trasera del camión y quienes se retrasaban en sus órdenes, eran empujados sin miramiento alguno.
Una vez que logró lo anterior, procedió a revisar y hurgar en todos y cada uno de los asientos, para ver quiénes habían escondido su dinero en los mismos, apoderándose así del efectivo, celulares y otros objetos de valor que encontraba, depositándolo en una maleta de otro pasajero que previamente había vaciado.
Después, al azar, estuvo esculcando a los pasajeros, pero luego de algún tiempo, optaron por descender del autobús en plena carretera ?como si tuvieran contados los minutos en que efectuarían su ilícito?, no sin antes amenazar a los viajeros que no voltearan si querían seguir con vida.
Tras lo anterior, nadie supo si los maleantes huyeron por el monte o bien los esperaba algún vehículo para llevarlos. El asalto se realizó en un lapso de 20miutos aproximadamente.
La ayuda
Cuentan las afectadas que no fue sino hasta 15 ó 20 minutos después del asalto, que llegó la primera unidad de la Policía Federal de Caminos, a la que se le dio aviso desde un celular que no fue robado. Luego llegaron otras tres o cuatro patrullas de la misma corporación.
Tras conocer la versión de los hechos, los mismos oficiales se encargaron de desanimar a las víctimas de los salteadores de caminos, pues unos decían que si se acudía ante el Ministerio Público más cercano que está en Fresnillo, para la declaración de cada pasajero tendría que transcurrir entre una y dos horas, por lo que terminaría el proceso hasta el día siguiente.
Otros uniformados de la PFC, aconsejaron a los pasajeros que mejor se regresaran a sus respectivos lugares de origen y se desistieran de la denuncia, pues nunca fructificaría, ya que sería muy difícil dar con el paradero e identidad de los asaltantes.
Por lo anterior, muchos comerciantes, decepcionados, decidieron lo último y regresaron a sus casas, con las manos vacías, sin dinero ni mercancía.
Uno más
De acuerdo a lo manifestado por Olivia y Marisol, éste no es el primer atraco que ocurre, luego de hace cuatro o cinco años que se presentaba este tipo de ilícitos semana a semana. Hace unos días ocurrió otro en la misma ruta Torreón-Moroleón, pero en diferente línea de autobuses.
En esa ocasión, comentaron, también fueron dos sujetos armados los que despojaron de su dinero a los viajeros, pero al parecer fue menor cantidad que la anterior.
Para concluir con su denuncia pública, solicitaron la intervención de las autoridades competentes, pues toda persona que intenta obtener un ingreso extra para el sostenimiento familiar, estará expuesta a que dos rufianes la despojen de su dinero obtenido con tantos sacrificios, ya que tienen bien identificadas las líneas de camiones que transportan a los comerciantes y además, saben que no hay vigilancia policíaca, por lo que sus ilícitos quedan impunes.
MODUS OPERANDI
Los salteadores de caminos que operan en la ruta Torreón-Moroleón, son dos sujetos morenos, delgados, de entre 1.65 y 1.75 metros de estatura, se cubren el rostro con una gorra o chamarra y por lo menos portan un arma de fuego.
Operan de la siguiente manera:
*Se hacen pasar por comerciantes.
*Adquieren sus pasajes para abordar la unidad en cualquiera de los puntos establecidos.
*Una vez que están en carretera, amagan a sus víctimas con las armas que llevan.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
