POR FABIOLA PÉREZ-CANEDO HERRERA
EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- Entre los ciudadanos de este municipio se experimenta un descontento por la falta de atención por parte del alcalde, José Luis Marrufo Álvarez.
Francisca Gómez, quien es ejidataria, confiesa que ha venido a buscarlo en más de 15 ocasiones y hasta el momento no ha podido hablar con el presidente municipal.
“Hasta parece que si uno viene de buena manera no lo atiende, apenas si llega uno con manifestaciones y gritos”, comenta la señora de 68 años, “es una pena porque uno espera más de los políticos”.
En opinión de María Isabel Rodríguez, quien es ama de casa, es muy difícil que la autoridad se rehúse a tratar con la gente que lo designó para dicho cargo. Explica que la mayoría de las veces el alcalde se encuentra en pláticas con todos los regidores, sin ser sesiones de Cabildo, pero donde sí se tratan asuntos de interés público.
“Son puras pláticas secretas entre los regidores y el alcalde, en vez de que salgan de su oficina y se den cuenta de las carencias que tiene la gente que viene”, señala, “nomás están ahí adentro y así no van a resolver nada”.
La mayoría de las personas que acuden al Ayuntamiento en busca del alcalde o los regidores, provienen de ejidos y buscan apoyos en cuanto a pavimento, drenaje y alumbrado público, pues existen muchas comunidades rurales que carecen de los servicios básicos.
Para Pedro López, quien se dedica al campo, todo se resume a la cuestión de servir, sin importar que el alcalde sea político o comerciante.
“Si se aventó a ser presidente entonces se tiene que poner a ‘jalar’, tiene que atender al pueblo, tiene que hacer cosas para levantarlo”, agrega, “si no le gusta tratar con campesinos y gente con necesidades, mejor no le hubiera entrado”.
Negativa
En diversas ocasiones se trató de contactar al presidente municipal, José Luis Marrufo Álvarez, que se encontraba en su oficina, pero se negó a recibir al reportero de El Siglo de Torreón. Cuando salía de la alcaldía, se pidió directamente una entrevista al Edil, que se limitó a decir: “no, mejor vaya a Comunicación Social, ellos saben lo que yo quiero decir, para eso están”.