Melbourne (Australia), (EFE).- Científicos australianos aseguran haber desarrollado una vacuna contra el cáncer que han demostrado retrasa la reaparición del melanoma y puede reducir la aparición de otros tipos de cáncer.
Según explicó Jonathan Cebon, el director del estudio que será publicado por la revista científica "Proceedings of the National Academy of Sciences USA", la vacuna aún carece de nombre y se identifica como NY-ESO-1/ISCOMATRIXTM.
El hospital Austin, el Instituto Ludwig de Investigación del Cáncer (LICR, siglas en inglés) y la Compañía Australiana de Biotecnología (CSL, siglas en inglés) en Melbourne ha colaborado en la investigación.
Cebon, que dirige la unidad conjunta del Instituto y el Hospital, dijo que trabajaron con 46 pacientes con melanoma, un tumor de las células pigmentarias que contienen melanina, para determinar los efectos inmunológicos y secundarios de la vacuna.
"Sabíamos que en un cuarenta por ciento de los melanomas se produce una proteína, llamada NY-ESO-1, y queríamos ver si el sistema inmune de los pacientes la reconocía o no y qué tipo de respuesta daba a su presencia", comentó el especialista.
Los científicos también habían comprobado que algunos enfermos de melanoma producen ellos mismos la proteína y que está activa el sistema inmune de tales pacientes.
Los melanomas fueron extirpados inicialmente, para posteriormente suministrar la vacuna, en distintas dosis y combinaciones a tres grupos de pacientes.
Un grupo recibió varias dosis de la proteína NY-ESO-1 combinada con un adyuvante (ISCOMATRIXTM); otro fue inyectado sólo con la proteína NY-ESO-1, sin el complejo ISCOMATRIXTM; y un tercer grupo recibió placebo, un preparado farmacéutico desprovisto de principios activos.
Cebon señaló que el resultado demostró que la vacuna, es decir la proteína NY-ESO-1, potenciada por ISCOMATRIXTM indujo a la producción de anticuerpos y de células CD8 y CD4T, que son células del tipo T que destruyen las células cancerígenas.
La vacuna sola produjo respuestas, pero en menor grado que el combinado de proteína y estimulante, mientras que la tercera opción no dio respuestas
"Estos resultados, de por sí, son apasionantes, dado que muestran que es posible estimular una respuesta inmune integrada y que ésta tiene el potencial de atacar el cáncer desde varios ángulos distintos", manifestó Cebon.
El equipo cree muy relevante haber podido demostrar que es posible crear anticuerpos, junto con los dos tipos de células T, pero lo que no esperaban era comprobar que la vacuna no sólo ayuda al paciente a luchar contra la enfermedad, sino que además parece retrasar la reaparición del cáncer.
Casi dos años después de comenzar las pruebas, se observó que el cáncer se reprodujo en cinco de los siete pacientes tratados con placebo, que viene a constituir el 71 por ciento de las posibilidades, y en nueve de los dieciséis que recibieron NY-ESO-1, un 56 por ciento.
Sin embargo, en aquellos tratados con el combinado NY-ESO-1 y ISCOMATRIXTIM, el cáncer se reprodujo sólo en cinco de diecinueve casos, un 26 por ciento.