EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- ¿Alguna vez ha escuchado en su celular efecto de resonancia o eco? ¿O sus llamadas se ven interrumpidas con frecuencia? Tenga cuidado. Su teléfono puede estar intervenido y sus conversaciones son escuchadas por altos funcionarios del Gobierno.
Fuentes extraoficiales allegadas al medio policíaco, aseguran que el espionaje telefónico es una realidad y se efectúa actualmente en ésta y otras muchas ciudades, por lo que nadie está exento de que escuchen sus telefonemas. Hasta los más íntimos.
El problema una vez denunciado públicamente por el senador, Jorge Zermeño Infante, pero que no se le dio seguimiento por carecer de las pruebas respectivas, vuelve a tomar vigencia con las constantes quejas de los usuarios a la telefonía celular, que creen que las fallas en sus aparatos se deben a la línea o a la empresa en donde tienen su contrato.
¿Quiénes lo hacen?
Según esas mismas fuentes dignas de crédito, señalan por lo menos tres domicilios en esta ciudad donde se lleva a cabo la intervención telefónica. Además, se manejan varios nombres de altos funcionarios relacionados con el Gobierno Estatal.
Son expertos, de hecho, ex agentes del Centro de Investigaciones y Seguridad Nacional (Cisen), quienes aplican sus conocimientos de espionaje, apoyados con moderno y sofisticado equipo, con el que fácilmente se pueden “colgar” de cualquier número que se les antoje, afirman los informantes.
También señalaron que nadie está exento de que sus conversaciones telefónicas sean escuchadas, sobre todo si se trata de alguien prominente en la política.
Por eso, tenga cuidado si escucha “pájaros en el alambre” pues efectivamente los puede haber.
LOS MÁS ESCUCHADOS
Existen por lo menos cuatro grupos especialmente vigilados, que son:
*Autoridades municipales.
*Destacados políticos.
*Grupos policíacos.
*Medios de comunicación.
Las evidencias
Entre las características que se tienen en celulares “colgados”, están:
*Eco o resonancia.
*Interrupción en las llamadas.
*Mala audición.
*El famoso “click”.
FUENTE: Investigación El Siglo de Torreón
