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MÉXICO, DF.- Marlon Brando, considerado el mejor actor de todos los tiempos, fue alguien que como todos los personajes que interpretó, buscaba el amor, del que siempre estuvo necesitado, afirmó el investigador mexicano de cine José Antonio Valdés Peña.
"Buena parte de los personajes que interpretó tienen que ver con su biografía, no se trata de personajes que caen al azar, en ocasiones tal vez por dinero, pero en general se trata de papeles muy personales", explicó la víspera durante la charla ofrecida sobre el actor fallecido el primero de julio pasado.
Como parte del "sencillo homenaje" que la Cineteca Nacional realiza al histrión estadounidense, protagonista de filmes como Un Tranvía Llamado Deseo y El Padrino, Valdés dijo que el trabajo del actor siempre estuvo marcado por sus vivencias juveniles.
"La figura de su padre alcohólico y la violencia y brutalidad de su casa -continuó- se convirtieron para él en la punta de lanza de todo el coraje, la fuerza, el abandono del que él mismo dio cuenta en su autobiografía".
El artista nacido el tres de abril de 1924 "cuenta cómo sus padres estaban más ocupados en beber que en él y sus hermanos; esa falta de atención lo llevo a despreciar, por un lado, todo tipo de disciplina y, por otro, a ayudar a los necesitados, hecho que se convirtió en una obsesión en su edad adulta", recordó.
El crítico e investigador del recinto cinematográfico ubicado en esta ciudad refirió que desde su interpretación de Stanley Kowalsky, en la obra Un Tranvía Llamado Deseo, de Tennessee Williams, Brando impuso un sello único a su actuación al transformar física y lingüísticamente su persona.
Después de que la obra se convirtió en película, añadió, fue que empezó a utilizar métodos singulares en provecho de su trabajo, como el sacar de quicio a sus compañeros con la "intención de literalmente meterse en el alma de su personaje, que era animalesca".
Además, subrayó, tras su desempeño en esa obra le comenzaron a llover propuestas de trabajo, "pues seguía el ejercicio de tratar de conseguir en todos sus personajes (la máxima identificación), conociendo dónde viven, cómo hablan, cómo comen, cómo hacen todo".
Refirió que a este enorme actor la academia estadunidense de las artes cinematográficas "le niega dos veces el Oscar, pues considera que tienen una personalidad muy agresiva, que surge con su papel de Kowalsky, la que trata de quitarse en sus futuros trabajos".
Esa nueva faceta vendría con "El salvaje" (1953), en la que Brando interpreta a un incomprendido motociclista rebelde sin causa, que, según Valdés Peña "sirvió para inaugurar el género de motocicletas y constituye su primer experiencia de desencanto con Hollywood".
A partir de ahí, añadió, "nada lo interesaba, empezaba a ver a la gente con furia, siempre tuvo problemas de sobrepeso y una vida emocional muy turbulenta", sin embargo, después vendría Nido de Ratas, con la que obtendría su primer Oscar a Mejor Actor.
"Con ello conoce el amargo sabor del triunfo, de la fama, las entrevistas, convirtiéndose en una pesadilla". Después siguieron otros trabajos donde el actor interpreta diferentes papeles que demostraron su capacidad camaleónica, y en 1961 dirige El Rostro Impenetrable, donde incluso despide a Stanley Kubrick", refirió.
Sus peores años
El investigador mexicano de cine José Antonio Valdés Peña afirma que "los años 60 fueron los más negros de Marlon Brando. Empezó a perder el control de sí mismo, nadie quería trabajar con él, era verdadero veneno para la taquilla y trabajar con a su lado se había convertido en un problema, era un paría de la industria cinematográfica", dijo el investigador.
Sin embargo, esa situación no duró el resto de su vida y "Brando resucito de la mano del joven cineasta Francis Ford Coppola, que imploró porque él fuera Vito Corleone, en (la película legendaria) El Padrino".
Así, inició una nueva etapa dorada que continuó con El Último Tango en París y Apocalypsis Now, finalizó en su plática ofrecida dentro del ciclo Charlas de café en la Cineteca Nacional sobre este ser humano que murió a causa de un mal pulmonar el primero de julio pasado.