"Le cortaremos la cabeza a Sharon" aseguran miembros del grupo radical.
AGENCIAS
CISJORDANIA.- La dirección del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) ha asegurado que el primer ministro israelí, Ariel Sharon, “ha abierto las puertas del infierno y nada nos frenará para cortarle la cabeza”, tras el asesinato ayer del jeque Ahmed Yassin, líder espiritual del movimiento.
Por su parte y desde Ramallah, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha condenado también el asesinato. “Esto es un acto de locura, muy peligroso. Abre la puerta para el caos. Yassin era conocido por su moderación y controlaba a los miembros de Hamas y, por lo tanto, es un acto cobarde y peligroso, dijo el primer ministro palestino, Ahmed Korei (Abú Alá).
El líder espiritual del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), jeque Ahmed Yassin, de 67 años, ha sido asesinado por las fuerzas israelíes en Gaza a primeras horas de hoy lunes, dijeron fuentes del grupo radical.
Yassin, que padecía tetraplejia por un accidente, se dirigía en su silla de ruedas a la mezquita cercana a su casa a rezar las oraciones de la mañana, acompañado de dos guardaespaldas, en una furgoneta. En ese momento, tres helicópteros israelíes de combate “Apache” lanzaron dos misiles aire-tierra que alcanzaron la furgoneta y Yassin y sus guardaespaldas murieron, además de un hombre que salía del templo.
Otros 13 palestinos resultaron heridos, dos de ellos hijos del jeque Ahmed Yassin, uno de los cuales se encuentra en estado muy grave y el otro grave.
Inmediatamente, a través de los altavoces de las mezquitas, la noticia corrió como un reguero de pólvora por la ciudad y miles de personas salieron a la calle para protestar por el asesinato del fundador de Hamas, número uno del movimiento y personaje muy querido en la Franja de Gaza. Yassim estuvo en las cárceles israelíes en dos ocasiones.
Operaciones israelíes
Al menos 120 palestinos resultaron heridos ayer en la aldea Harbata, al oeste de Ramallah, en una protesta contra el muro de separación que Israel construye en la zona.
Así lo informaron fuentes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), al consignar que 30 de los heridos en Harbata, fueron alcanzados por balas de acero recubiertas de caucho y disparadas por soldados israelíes.
Asimismo, la mayoría de los lesionados inhalaron gases lacrimógenos que lanzaron las fuerzas de seguridad de Israel a fin de disolver la manifestación a pie de las obras de construcción del polémico muro.
Entre los heridos hay al menos un pacifista israelí que se manifestaba en solidaridad con los palestinos y al que una de esas balas le dio en un ojo, dijeron las fuentes, que hablaban de “miles” de manifestantes frente a “decenas de soldados”.
Según fuentes militares, los soldados dispararon cuando los manifestantes se acercaron a los trabajadores y las máquinas que iniciaban sus tareas tras la jornada del descanso sabático (shabat).
Además otras 25 personas resultaron heridas de diversa consideración en una manifestación similar en la aldea vecina de Dir Kadis, y muy próxima a la ciudad israelí de Modiín.
La mayoría de los heridos en esta protesta recibieron el impacto de la balas de acero recubiertas de plástico en la parte superior del tronco, cuando las regulaciones de las fuerzas de seguridad israelíes exigen que los soldados sólo disparen contra las piernas de los manifestantes.