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BAGDAD, IRAK.- Un ataque a plena luz del día en el centro de Bagdad, en que tres hombres mataron a sangre fría a trabajadores electorales, es una escalofriante evidencia del deterioro de la situación de seguridad que reina en la capital iraquí antes de las elecciones del 30 de enero.
Una secuencia fotográfica muestra a tres hombres armados que habían detenido previamente un automóvil que llevaba a bordo a funcionarios electorales. Las víctimas fueron arrastradas hasta el centro de la calle en medio del tránsito vehicular.
La Comisión Electoral Independiente de Irak dijo en un comunicado que unos 30 extremistas lanzaron granadas de mano y dispararon ametralladoras al atacar un automóvil con cinco de sus empleados a bordo que se dirigían trabajar.
Tres empleados -identificados por la comisión como Hatem Ali Hadi al Moussawi, un abogado subdirector de la oficina de la comisión en Karh, y dos empleados de su oficina, Mahdi Sbeih y Samy Moussa- fueron sacados a rastras de sus vehículos y baleados. Los otros dos escaparon ilesos.
En la dramática secuencia una de las víctimas aparece boca abajo en el pavimento, mientras que otro hombre está arrodillado rodeado por los hombres armados, que empuñan sus armas abiertamente o las encañonan a los cautivos.
Dos de las víctimas llevaban la cabeza cubierta por tradicionales jafiyes (pañuelos árabes). En contraste, los atacantes tenían la cabeza descubierta y al parecer no temían mostrar sus rostros.
No hay fotografías del momento de las ejecuciones, pero después se ven los cadáveres de los dos hombres que fueron ejecutados a quemarropa en el pavimento. Una última fotografía muestra a un hombre parado junto a los cadáveres pidiendo auxilio mientras un helicóptero estadounidense aparece en escena.
Mientras tanto, automóviles cargados de explosivos estremecieron las dos ciudades más sagradas de los shiitas de Irak, matando al menos a 60 personas e hiriendo a más de 120.
Por lo menos 49 personas murieron y 90 resultaron heridas por la explosión en Nayaf, mientras que 13 personas murieron y 33 resultaron heridas en la de Karbala, según las autoridades.
Los atentados con vehículos cargados de explosivos ocurrieron con diferencia de una hora.
La violencia forma parte de una campaña de los insurgentes destinada a impedir las elecciones del 30 de enero, las primeras desde el derrocamiento de Saddam Hussein, tras la invasión encabezada por Estados Unidos.