22 de abril 2004.
Bagdad, (EFE).- El extranjero asesinado hoy en un supermercado en Bagdad es de nacionalidad sudafricana y trabajaba como guardaespaldas, según dijo hoy el ministro de Sanidad iraquí, Jodeir Abás.
El hombre que lo acompañaba, de nacionalidad iraquí, y que también resultó herido, es un funcionario del ministerio de Sanidad, y fue el que dio a la Policía iraquí la primera declaración de que su acompañante muerto era un español, lo que después resultó falso.
El sudafricano trabajaba en tareas de protección de los funcionarios extranjeros que trabajan para la Coalición dentro del Ministerio de Sanidad iraquí.
El muerto, de unos treinta años, presentaba cuatro impactos de bala, dos en el pecho, uno en el estómago y uno en una mano, y resultó muerto en el acto, según dijeron fuentes policiales encargadas de la investigación.
La víctima viajaba en un coche blindado del que se bajó para hacer algunas compras rápidas en un supermercado llamado Al Hadhaba, en el barrio de Al Islej.
Al verlo, otro hombre que iba tocado con una kufiya (pañuelo tradicional beduino) descendió de su coche y, armado con un fusil Kalasnikov, penetró en el supermercado tras él.
Allí, sin mediar palabra, disparó sobre él, su acompañante y un empleado del supermercado. El primero resultó muerto y los otros dos están hospitalizados.
Según los testigos entrevistados por la policía, el asesino salió del establecimiento diciendo "He matado a un judío", y luego animó a los presentes a quemar el coche de su víctima, antes de darse a la fuga sin ser molestado.