Presionan rebeldes para evitar ofensiva contra la ciudad de Fallujah.
AP
BAGDAD, IRAK.- Sendos autos dinamitados estallaron ayer en dos ciudades de Irak y ocasionaron por lo menos una docena de víctimas, al tiempo que se intensificaban las presiones sobre el primer ministro interino Iyad Allawi para que se abstuviese de ordenar un ataque en gran escala contra el bastión insurgente de Fallujah.
Los secuestradores dejaron en libertad a dos guardias iraquíes capturados el lunes en un ataque en Bagdad, pero no dieron noticia alguna acerca de varios rehenes de otras nacionalidades capturados en el mismo ataque.
Algunos diplomáticos conjeturaron que los extranjeros -entre ellos un estadounidense- habían sido capturados para obligar a Washington a cancelar sus planes de ataque a Fallujah.
Por lo menos ocho personas, entre ellos una mujer, perecieron ayer cuando un automóvil cargado de explosivos se lanzó contra la pared de cemento y las barreras protectoras del Ministerio de Educación en Bagdad.
Otros tres resultaron heridos, entre ellos una niña de dos años, según voceros del hospital Al Numan. Funcionarios del Hospital Municipal de Bagdad dijeron que dos personas más murieron y 19 resultaron heridas.
Entretanto, en Mosul, a 360 kilómetros al noroeste de Bagdad, otro carro bomba estalló cerca de un convoy militar que transportaba a un general iraquí, dejando un saldo de por lo menos cuatro civiles muertos y siete soldados heridos, dijeron funcionarios. La policía iraquí dijo que el ataque fue un atentado contra el mayor general iraquí Rashid Feleih, que está al mando de una fuerza especial de trabajo. El general resultó ileso.
Junto a los guardias iraquíes liberados fueron tomados también como rehenes el lunes un ciudadano norteamericano, un nepalés, un filipino y otro iraquí, empleados todos de una compañía saudí que mantiene oficinas en Bagdad según los informes.
El automóvil en llamas se lanzó contra las paredes de cemento y las barreras protectoras que rodean las oficinas del Ministerio de Educación, según un empleado del ministerio que declinó dar su nombre.
La mayor parte de los empleados lograron escapar ilesos, pero los guardias del edificio perecieron, agregó el empleado. En el caso del secuestro, los dos guardas liberados, que habían sido golpeados, fueron dejados el lunes, maniatados y vendados, en la zona de Hay al Amil de Bagdad, dijo un agente policial involucrado con la investigación, que declinó ser identificado.
Según el agente, los secuestradores dijeron a los guardias que los matarían si volvían a trabajar para la compañía saudí que los empleaba en el momento del secuestro.
Un grupo de insurgentes ocupó las oficinas de la compañía saudí en el distrito elegante de Mansour, en Bagdad occidental y capturó a seis personas durante un tiroteo. Un guardia y un insurgente resultaron heridos durante la refriega, dijo la policía.
Por otra parte, se informó también que el jefe de la Policía de la ciudad meridional iraquí de Basora, general Mohamed Kazem, salió ileso de un intento de asesinato, informó ayer la cadena de televisión qatarí Al Jazzera.
Un artefacto de fabricación artesanal estalló al paso del convoy que trasladaba al general a su lugar de trabajo y causó heridas a uno de sus guardaespaldas, explicó la emisora, que cita a fuentes de seguridad.
Este fue el segundo intento de asesinato fallido habido ayer en Irak.
En Mosul, un comandante de la Guardia Nacional de la ciudad también escapó ayer ileso a un intento de asesinato en el que, sin embargo, resultaron heridos de gravedad varios guardaespaldas.
El comandante, Fleih Rashid, se dirigía a una rueda de prensa cuando un coche bomba estalló al paso de su vehículo, explicaron fuentes policiales. Grupos de hombres armados suelen atacar en Irak a miembros de las nuevas Fuerzas de Seguridad, funcionarios, médicos, periodistas, comerciantes y otros profesionales a los que tildan de ?colaboracionistas? con las tropas extranjeras y el Gobierno interino iraquí, al que no reconocen.
recen riesgos para periodistas
Un devastador ataque contra un canal de noticias en árabe en Irak y las amenazas de muerte contra periodistas lanzadas por extremistas islámicos han aumentado el temor de que los reporteros se hayan convertido en blancos directos en un país que ya está colmado de peligros.
Las Brigadas de los Mártires Sagrados de la Guerra de Irak, un grupo que se atribuyó el ataque del fin de semana pasado con una bomba contra la oficina de Bagdad de la cadena de televisión Al Arabiya, dijeron que el atentado que mató a siete personas fue sólo una advertencia para los periodistas.
?El próximo ataque será mortal y doloroso?, dijeron las Brigadas en una declaración en la Internet. ?Ahora juramos que castigaremos a los empleados de estas agencias y estaciones de televisión, uno tras otro?.
?Los secuestraremos y los mataremos como ovejas si se ponen del lado de los ocupantes estadounidenses (...) o si describen a los muyahidines (?guerreros santos?) como terroristas?.
Las organizaciones Reporteros Sin Fronteras y el Comité para Proteger a los Periodistas han dicho que Irak se ha convertido en el lugar más peligroso del mundo para los periodistas.
Washington dijo que el ataque contra Arabiya augura un peligro perturbador para los periodistas en Irak, donde ya han muerto decenas.
?Demuestra un nuevo patrón perturbador de apuntar contra los periodistas que están trabajando allí por el bien público, que están tratando de traer la verdad sobre lo que está pasando en Irak, al público en general?, dijo Adam Ereli, portavoz del departamento de Estado. ?Pensamos que eso es vil?.
Antes del atentado contra Arabiya, al menos 50 periodistas iraquíes y extranjeros, además de asistentes, habían muerto bajo el fuego de las fuerzas norteamericanas, insurgentes, criminales e incluso en accidentes en Irak. Muchos reporteros iraquíes dicen que han recibido amenazas de muerte.
Casi dos docenas de periodistas extranjeros han sido secuestrados y uno de ellos, un italiano, murió en uno de esos episodios. Dos periodistas franceses aún siguen retenidos.
?Los periodistas y el personal de los medios son víctimas de una brutalidad sin precedentes?, dijo ayer Aidan White, jefe de la Federación Internacional de Periodistas. ?Necesitamos más acción para reducir los riesgos?.
En las últimas dos semanas, ha muerto un reportero casi todos los días, incluido un camarógrafo iraquí que estaba filmando para Reuters, quien, según sus colegas, fue muerto el lunes cuando le disparó un francotirador estadounidense.
?Apuntan contra todo, contra todos?, dijo Najwa Qassem, un reportero de Arabiya en Bagdad, quien sufrió una herida en la explosión. ?Sólo tratamos de hacer nuestro trabajo?.
Algunos medios extranjeros se han retirado de Irak a medida que crece el peligro. Circular por el país para trabajar se ha convertido en una tarea casi imposible.
DECAPITAN A REHÉN JAPONÉS
Un grupo liderado por Abu Musab al Zarqawi, un extremista aliado de Al Qaeda, mostró ayer en un video de Internet al rehén japonés en Irak, Shosei Koda, siendo decapitado mientras yacía sobre una bandera estadounidense.
La ?Organización de Al Qaeda para la Guerra Santa en Irak? dijo que Tokio había ofrecido una recompensa de ?millones de dólares? por el rehén de 24 años.
El grupo advirtió a Japón que retire sus fuerzas de Irak o ?se ahogará en el infierno de los muyahaidines (guerreros santos)? junto a ?las fuerzas cruzadas?.
Las autoridades japonesas confirmaron el domingo que el cuerpo y la cabeza de un hombre hallados en Bagdad pertenecían a Koda.
El grupo de Al Zarqawi había dado a Tokio un plazo de 48 horas hasta ayer para que salvara a Koda retirando a sus fuerzas de Irak, una exigencia que el Gobierno japonés rechazó.
El video mostraba al rehén, vestido con una camiseta blanca, arrodillado con una bandera estadounidense detrás de él. Koda tenía las manos atadas detrás de la espalda mientras tres enmascarados vestidos de negro estaban de pie debajo de una bandera del grupo.
Después de leer una declaración, los hombres tomaron a Koda y lo pusieron sobre la bandera, para luego utilizar un cuchillo grande con el que le serrucharon la cabeza, que colocaron sobre el cadáver.
?Le habíamos dado 48 horas al Gobierno japonés para que salvara a su ciudadano para cumplir nuestras exigencias (...) y después de que pasó el plazo, le cortamos la cabeza a este infiel?, dijo uno de los extremistas.
?Que todo el mundo sepa que la Organización de Al Qaeda para la Guerra Santa está firme en su yihad (guerra santa) a pesar de la oferta de millones de dólares por parte del Gobierno japonés para liberar a su hijo parásito?, dijo una declaración por separado del grupo.
Este comunicado tenía fecha del dos de noviembre y fue difundido en un sitio web que suele ser utilizado por los radicales islámicos.
