EFE
CISJORDANIA.- Helicópteros “Apache” del Ejército de Israel atacaron Gaza, poco antes de la medianoche dependencias del movimiento Al Fatah, donde se registraron al menos siete heridos y los daños materiales fueron cuantiosos, según fuentes palestinas.
Testigos dijeron que un edificio de oficinas del movimiento Al Fatah, presidido por el líder palestino, Yasser Arafat, fue alcanzado por tres misiles lanzados por los helicópteros israelíes.
También aseguraron que fueron alcanzadas las dependencias del Frente para la Liberación Nacional de Palestina (FLNP), en el este de Gaza, cuyo edificio sufrió serios daños.
Fuentes palestinas indicaron que se llevó a cabo un tercer ataque contra un vehículo aparcado en una zona céntrica de Gaza, aunque no se registraron víctimas, ya que el coche estaba desocupado en el momento en que fue alcanzado por el misil.
Un portavoz del Hospital Shiffa de Gaza dijo que siete personas heridas como consecuencia de estos ataques fueron ingresadas en el centro médico, aunque no se teme por la vida de ninguna de ellas.
Esta es la tercera noche consecutiva que los helicópteros “Apache” israelíes atacan Gaza.
El viernes, dos edificios de oficinas, uno de la Yihad Islámica y otro de Hamas, fueron destruidos por misiles, mientras que ocurrió lo mismo el sábado, con otras dos dependencias, una del movimiento Al Fatah y otra de un grupo pro-islamista.
Alerta máxima
Por otra parte, al menos cuatro milicianos palestinos han muerto anoche por disparos de soldados israelíes en el norte de la franja de Gaza, mientras en Jerusalén ha sido reducido el estado de máxima alerta declarado horas antes debido a informaciones de un atentado suicida inminente.
Los cuatro milicianos murieron abatidos por fuerzas israelíes que vigilan la comunidad agrícola de Nahal Oz, contigua a la franja de Gaza y donde trataban de colocar varios artefactos.
Los cuatro fueron detectados cuando trataban de cruzar la verja de seguridad electrónica que separa Gaza de Israel, a la altura de la mencionada comunidad rural. Por el momento no hay confirmación de los hechos por parte palestina.
Esta semana han muerto en Gaza 35 palestinos y 13 soldados israelíes, dentro de una espiral de violencia imparable que comenzó el martes con una incursión israelí en el barrio Zeitún, en la que las milicias infligieron un duro golpe al Ejército con la muerte de seis militares.
Mientras, en Jerusalén, las fuerzas de seguridad israelíes han reducido el estado de máxima alerta que declararon por la tarde debido a informaciones sobre un atentado suicida inminente.
La prensa ha vinculado la alerta en Jerusalén con el estado de sitio que el Ejército ha declarado en las últimas horas en las localidades palestinas de Betania, el campo de refugiados de Qalandia y la aldea de A-Ram, todas ellas al norte de la Ciudad Santa.
El estado de alerta ha ocasionado prolongados atascos en los accesos a Jerusalén, donde los vehículos eran revisados uno por uno.
En un hecho sin relación aparente, el Ejército israelí también rodeó anoche un edificio de viviendas en la ciudad de Ramala, en una operación de búsqueda y captura de un activista palestino que formó parte de un grupo que hasta el mes pasado estuvo refugiado en la mukata o “gobernación”.
Se trata de Kamal Raanen, considerado por Israel el activista palestino más destacado de los que se refugiaron en la mukata junto al presidente Yasser Arafat, quien los expulsó el mes pasado por temor a que Israel los usara como excusa para una operación militar, dijeron fuentes palestinas.
Raanen es uno de los dirigentes locales de las Brigadas de Al Aqsa, el brazo armado del movimiento Al Fatah.
Fuentes militares israelíes han desmentido que sus fuerzas estén actuando en la misma ciudad de Ramallah.
Abandonan sus hogares
Miles de palestinos han abandonado ayer sus viviendas en el sur de la franja de Gaza por temor a una inminente operación israelí para ampliar el llamado “Corredor Filadelfia” mediante la demolición de cientos de inmuebles en sus inmediaciones.
Fuentes palestinas informaron que unas tres personas han abandonado la zona contigua al corredor en las últimas horas y se han concentrado en las plazas, calles y colegios de la ciudad de Rafah, tras una decisión del Tribunal Supremo de Israel que autoriza esa operación.
Israel demolió el viernes un centenar de esas viviendas y dejó sin techo a más de mil palestinos, pero la operación quedó congelada por dos recursos presentados por los afectados.
El Tribunal Supremo de Israel rechazó ayer uno de los recursos y por la tarde el segundo, lo que de facto da luz verde al Ejército para continuar con la demolición de las viviendas.
El Supremo aceptó la postura del Estado israelí en el sentido de que el Ejército otorgará el derecho de presentar sus argumentos a los demandantes antes de que sus casas sean derribadas por excavadoras militares.
Analistas señalan no obstante que ese procedimiento no tendrá efecto práctico alguno, porque sólo se aplicará siempre que la demolición inmediata de viviendas no sea un imperativo por razones de seguridad, consideración que por supuesto queda en manos del mismo Ejército.
La decisión de ampliar el “Corredor Filadelfia”, paralelo a la frontera con Egipto y de nueve kilómetros, sigue a la muerte allí de siete soldados israelíes en dos ataques palestinos el miércoles y el viernes.