Mueren en el atentado al menos siete personas y 25 quedan heridas.
AP
RIAD, ARABIA SAUDITA.- Desconocidos ingresaron ayer a las oficinas de una empresa de refinería en Arabia Saudita y comenzaron a disparar a diestra y siniestra, matando al menos a siete personas: dos estadounidenses, dos británicos, dos australianos y un saudí, e hiriendo a 25 personas antes de huir. Mientras escapaban, los atacantes arrastraron por la calle un cadáver amarrado a uno de sus vehículos, dijeron testigos.
La policía persiguió a los atacantes a través de la ciudad noroccidental de Yanbu. Se registró luego un tiroteo frente al hotel Holiday Inn. El ministerio del Interior dijo que tres atacantes murieron y uno fue capturado.
No se informó inicialmente qué grupo fue responsable por el tiroteo, pero funcionarios estadounidenses advirtieron en semanas recientes de posibles ataques contra extranjeros en Arabia Saudita.
El ataque comenzó en una planta petroquímica, propiedad conjunta de Exxon Mobil y de la empresa saudí SABIC.
El ministerio del Interior Saudí dijo que “cuatro individuos ingresaron a las oficinas de un contratista saudí y comenzaron a disparar al azar contra empleados saudíes y extranjeros”.
Los atacantes huyeron a urbanizaciones residenciales de Yanbu y se apoderaron de vehículos “pero las fuerzas de seguridad fueron capaces de matar a tres de ellos y capturar al cuarto”, indicó.
Un funcionario de la embajada estadounidense en Riad dijo que el consulado estadounidense en la ciudad de Yida, en la costa del Mar Rojo, seguía la información del caso, junto a las autoridades saudíes. El ataque ocurrió en Yanbu, en esa misma costa, a 350 kilómetros al noreste de Yida.
En los ataques murieron al menos dos ingenieros estadounidenses, un australiano y dos británicos, dijo Bjorn Edlund, vocero de la empresa de servicios para refinerías ABB, con sede en Zurich, Suiza. No identificó a las víctimas, pero dijo que todas ellos, excepto un británico, trabajaban para ABB. El segundo británico era un subcontratista, indicó.
Dos empleados estadounidenses de ABB-Lummus fueron heridos en el ataque, dijo Edlund. Un diplomático europeo dijo que otro australiano también murió en el ataque, pero carecía de ulteriores detalles.
Algunos testigos informaron que la policía instaló retenes en toda la ciudad.
El último ataque en que murieron estadounidenses en Arabia Saudita fue en mayo de 2003, cuando ocho norteamericanos figuraron entre 34 personas asesinadas en una serie de ataques suicidas en Riad. Ese ataque y otro en noviembre contra un complejo edificio en que murieron 17 personas fue atribuido a la red terrorista Al Qaeda.
A comienzos de abril, Estados Unidos ordenó la partida de Arabia Saudí de personal no esencial de la embajada. También pidió a ciudadanos privados que abandonaran el reino. La embajada dijo que existían “indicaciones creíbles de amenazas terroristas contra intereses estadounidenses y occidentales en Arabia Saudita”.
Crimen atroz
El ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Jack Straw, condenó ayer el “atroz” atentado perpetrado en Yambu, ciudad de la costa saudí en el Mar Rojo, en el que murieron cinco occidentales -entre ellos dos británicos- y un saudí.
Straw, cuyo ministerio confirmó la muerte de los dos británicos, se declaró “conmocionado y repugnado por este acto de terrorismo” y envió su pésame a “los amigos y familias de las víctimas de este horroroso ataque”.
“Los responsables de este atroz atentado claramente no tienen ningún respeto por las vidas inocentes. No podemos permitir que los terroristas tengan éxito. Las autoridades saudíes tiene nuestro apoyo total”, subrayó el titular de Exteriores en un comunicado.
Anteriormente, el embajador de Arabia Saudita en el Reino Unido, Turki Al Faisal, también manifestó su repulsa por el atentado.
“Este brutal incidente en el que se han perdido vidas inocentes no nos desalentará”, afirmó Al Faisal, quien mandó sus condolencias a las familias de las víctimas.
Por contra, recalcó el embajador, el ataque “fortalecerá nuestra duradero propósito de derrotar al terrorismo y combatir este mal allá donde lo encontremos, en cualquier rincón del Reino” de Arabia Saudita.