Se tiene evidencia de que el líder rebelde Shamil Basayev es el responsable de los ataques, aunque esta versión no ha sido confirmada.
NAZRAN, Rusia, (Reuters/Nx) .- Rebeldes chechenos atacaron el martes una región del sur de Rusia, en una ofensiva que dejó 50 muertos y aumentó las dudas sobre la capacidad de Moscú para terminar con la violencia separatista en Chechenia.
Los rebeldes tomaron el edificio del Ministerio del Interior en la región de Ingushetia durante varias horas, irrumpieron en depósitos de armas de la policía y redujeron a escombros la comisaría y un edificio donde vivían guardias fronterizos.
Los ataques coordinados, que se concentraron en la capital regional, Nazran, derivaron en duros combates nocturnos con lanzagranadas y armas automáticas, cuando las fuerzas de seguridad se enfrentaron contra los rebeldes para desalojarlos del edificio del ministerio.
La agencia de noticias Itar-Tass citó a policías que dijeron que un pequeño ejército de 200 guerrilleros llevó a cabo la operación que comenzó cuando los rebeldes lograron engañar a los guardias de controles de una de las principales carreteras.
Con documentos que los identificaban como miembros de escuadrones de la lucha contra el delito y de servicios especiales, los rebeldes tomaron los controles y luego abatieron a algunos policías que acudieron cuando se dio la señal de alarma, dijeron policías, citados por Tass.
Sin contar a los atacantes, un total de 48 personas --18 policías, cinco funcionarios judiciales regionales y 25 civiles.
Entre los muertos figura el ministro del Interior en funciones de Ingushetia, Abukar Kostoyev; el fiscal de la ciudad de Nazrán, Mujarbek Buzurtanov, y el fiscal de la región de Nazrán, Bilán Aziyev, según el comunicado, reproducido por la agencia noticiosa Itar-Tass.
El portavoz agregó que hubo 60 heridos. Entre los rebeldes, hubo dos muertos.
Los testigos dijeron que vieron los cuerpos de muchos policías en el edificio del ministerio que los combatientes retuvieron durante varias horas antes de retirarse en las primeras horas de la mañana
El martes, en declaraciones transmitidas por televisión, el presidente ruso Vladimir Putin dijo que los responsables de los ataques en Ingushetia serán "hallados y destruidos".
Un funcionario judicial ruso dijo que, después del ataque, los rebeldes estaban tratando de escapar de Ingushetia hacia Chechenia o hacia Georgia.
Ingushetia tiene una población predominantemente musulmana, étnicamente cercana a los chechenos, y en varias ocasiones han sufrido las consecuencias de la guerra separatista en Chechenia, con la que limita al este.
La ofensiva a gran escala fue la mayor operación armada de los rebeldes en Ingushetia desde que comenzó la guerra en Chechenia, entre los separatisas y Moscú, hace una década.
A sólo seis semanas del asesinato del líder checheno Akhmad Kadyrov, la operación representó un golpe a la anterior afirmación de Putin, de que la corriente ahora estaba a favor de Moscú en su enfrentamiento con los separatistas, un conflicto que ya lleva nueve años.
El ministro del Interior de Chechenia, Alu Alkhanov --que cuenta con el visto bueno del Kremlin para las elecciones presidenciales de la región-- dijo que tenía evidencia de que el líder rebelde Shamil Basayev organizó el ataque.
Basayev, el hombre más buscado por las autoridades rusas, ha sido responsable de varios impactantes ataques durante los últimos 10 años.
