El atentado sacudió el mercado "El Carmel" situado junto a la playa y además de los tres muertos dejó 34 heridos.
Jerusalén, (EFE).- Tres civiles israelíes murieron hoy, lunes, en Tel Aviv en un atentado suicida perpetrado por un adolescente palestino, mientras en Naplusa un niño de 12 años fue abatido por el Ejército israelí.
El atentado suicida, el primero desde el pasado 22 de septiembre, sacudió el abigarrado mercado "El Carmel" situado junto a la playa de Tel Aviv, matando a tres personas e hiriendo a 34, cuatro de ellas de gravedad.
La explosión se produjo a una hora punta -11 de la mañana hora local (9.00 GMT)- en la intersección de las calles Rambam (Maimónides) y Hacarmel, y los restos del terrorista quedaron desperdigados por la zona, según indicaron fuentes policiales.
"Escuchamos una explosión y después comenzamos a ver a gente ensangrentada corriendo hacia la calle principal", relataron testigos presenciales.
El ataque causó la muerte a dos mujeres -una de 32 años y otra de unos 60-, y a un hombre de 67, cuyas identidades aún no ha sido facilitadas a la prensa por el Instituto Forense.
"No se trataba de un artefacto de grandes proporciones, pero las víctimas mortales estaban muy próximas al terrorista", afirmó el comisario David Tzur, jefe del distrito de Policía de Tel Aviv.
Agregó que la explosión se registró junto a una popular tienda de quesos y productos lácteos, lo que explica el alto número de heridos.
"No me acuerdo de la explosión, sólo recuerdo que me levanté y vi todo negro", afirmó Shlomo Corkes, de 21 años y vendedor de un puesto vecino en declaraciones al diario "Yediot Aharonot".
El ataque fue asumido por el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) una organización de orientación marxista que no suele practicar el suicidio como estrategia en su lucha contra Israel.
El suicida fue identificado como Amar Alfar, quien según fuentes del FLPL tenía 18 años y según el servicio secreto israelí 16.
En cualquier caso, el suicida residía con su familia en el campo de refugiados Al-Askar, en la ciudad de Naplusa.
Su madre, Samira, condenó hoy a aquellos que enviaron a su hijo a la muerte por el hecho de haber enviado a alguien tan joven.
"Debieron haber enviado a un adulto que comprenda (plenamente) el significado de sus actos", dijo la mujer, según el diario israelí "Haaretz".
Los organismos de seguridad israelíes informaron de que el suicida llegó a la localidad de Abu Dis, próxima a Jerusalén, el sábado por la noche y decidió perpetrar el ataque en Tel Aviv, disuadido por las estrictas medidas de seguridad en la ciudad santa.