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MADRID, ESPAÑA.- Un incendio en una subestación eléctrica llenó ayer al mediodía de humo el centro de la capital española.
La policía acordonó la zona y los bomberos, que lanzaban potentes chorros de agua hacia las llamas ante el temor que una estación de gasolina podría estallar, batallaron durante cinco horas para extinguir el fuego.
Varios barrios del centro de la ciudad se quedaron sin suministro eléctrico, pero en sólo unos minutos el servicio fue restablecido en casi toda la zona, excepto por el área turística cercana a la estación de Atocha, donde se ubican varios museos y restaurantes y se encuentran cerca de la zona del incendio.
Las autoridades no determinaron la causa del incendio, pero un trabajador que había instalado tres transformadores eléctricos en el edificio de Unión Fenosa dijo que estallaron cuando fueron encendidos.
“Había tres transformadores” que estaban siendo instalados en la planta principal de Unión Fenosa, dijo Manuel Escalera González. El obrero se encontraba en el sótano cuando escuchó las tres explosiones. “De haber estado en la planta principal, nos habrían matado”, agregó.
El trabajador, asustado y al borde de las lágrimas, agradeció que no hubo víctimas.
En una ciudad donde una serie de atentados con bombas en las vías de ferrocarriles el 11 de marzo que mataron a 190 personas, las explosiones de ayer provocaron temores de que había ocurrido otro atentado.
El incendio ocurrió a unos 400 metros de la estación de trenes de Atocha, uno de los principales blancos de los atentados terroristas.
Algunos legisladores se encontraban en una audiencia en torno a los atentados del 11 de marzo en el cercano edificio del Parlamento y tuvieron que emplear generadores eléctricos de emergencia.
Mientras tanto, algunos periodistas salieron a toda prisa del salón de audiencias para cubrir el incendio, al pensar que se trataba de un nuevo ataque.
