ATENAS, GRECIA.- Los equipos de Irak y Afganistán, recuperados para la familia olímpica después de sufrir los avatares de la política, y el de Palestina fueron los más aplaudidos, junto a la delegación local, en el desfile de los atletas de la ceremonia inaugural de los Juegos de Atenas.
Los tres equipos asiáticos se llevaron las ovaciones de la noche, mientras que se recibió con división de opiniones a la delegación estadounidense, la mayor de los Juegos: un fuerte aplauso al comienzo, pero también algunos silbidos después.
Los norteamericanos vestían, como en anteriores Juegos, con los colores de su bandera, con boina azul, y la mayoría llevaba cámaras de video en la mano.
Parecida diferencia de opiniones hubo a la salida al Estadio de la pequeña delegación chipriota.
Los equipos desfilaron según el orden alfabético griego, lo que alteró la secuencia habitual. El pinchadiscos holandés “Tiesto”, elegido el mejor del mundo en los años 2002 y 2003, animó las dos horas que duró el desfile desde una mesa de mezclas.
Afganistán e Irak fueron, además, de los pocos equipos de países árabes con mujeres en su delegación.
Como hace cuatro años en Sydney, las dos Coreas desfilaron juntas bajo la bandera de la península. Muchos de sus deportistas pasaron por el Estadio abrazados a sus compañeros de ayer, que desde hoy serán sus rivales en la competición.
También fue muy bien acogido el equipo australiano, que vestía llamativo chándal verde y mochila. Australia es, después de Estados Unidos, el país con mayor población inmigrante procedente de Grecia.
El equipo de Bermudas desfiló, como siempre, con pantalones bermudas, en esta ocasión rojos, conjuntados con medias y chaqueta azul. Y el de Croacia, como de costumbre, con camisa arlequinada, aunque en versión moderna.
Muchos atletas de todos los países portaban coronas de olivo, en recuerdo de las ramas de laurel con las que se premiaba a los campeones olímpicos de la antigüedad.
El chino Yao Ming, pivot de los Houston Rockets, fue la “torre” del desfile, con sus 2.27 metros. Otros abanderados muy reconocidos por el público fueron el también basquetbolista serbio Dejan Bodiroga, el tenista suizo Roger Federer y el gimnasta italiano Yuri Chechi.
Las numerosas autoridades presentes en el Estadio se levantaron al paso de sus respectivas delegaciones. Entre los más entusiastas en los aplausos, la reina Sofía de España y el primer ministro británico, Tony Blair.
El presidente del COI, el belga Jacques Rogge, saludó con cariño al pequeño equipo representante de su país.
El Estadio retumbó con la salida del equipo griego, que cerró el desfile. El presidente Costas Stefanopoulos y el primer ministro Costas Caramanlis saltaron en la grada para animar a los suyos. Muchos atletas griegos desfilaron con lágrimas en los ojos.
